Hoy se cumplen cinco lustros desde que se comenzara a
celebrar por primera vez el Día Mundial de la Poesía. Fue un 21 de marzo
del año 2000, coincidiendo con los albores de
la primavera y por iniciativa de la UNESCO (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Es decir, se
cumplen 25 años de aniversario de su primera conmemoración oficial.
La fecha fue elegida a conciencia porque coincide con
el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, un momento simbólico
de renacimiento y cambio, expresando la auténtica esencia de la poesía como
expresión de belleza, transformación, denuncia social y diversidad cultural. En
definitiva se eligió para darle ese lugar tan merecido que tiene este género
literario, el cual ha sido muy incomprendido y con pocos adeptos a lo largo de
todos los tiempos. Los principales objetivos que pretende la UNESCO son el
fomento de la lectura y la escritura, dando mayor difusión a la poesía a través
de los recitales poéticos, la cultura y la creatividad.
Es una jornada en la que se organizan recitales, encuentros poéticos y actividades que celebran el poder de la palabra escrita y hablada en todo el mundo. Este día, cada año recobra mucho más auge y es celebrado en muchas ciudades, pueblos de España y diferentes lugares del extranjero. En Andalucía, concretamente en Jaén, Granada y otras ciudades se han convertido en el epicentro de la Poesía.
La
poesía se ha convertido en una ruta literaria que atraviesa las fronteras y es
más rebelde que nunca, indaga, trasciende, se mimetiza, se filtra por los
costados de la tierra y el hilo invisible de la luna. El día de la Poesía
Mundial tiene que ser un día para hacer un canto al amor y a “la vida”, la lealtad y la amistad como
profesaban muchos de nuestros poetas ancestros. ¿A qué nos recuerdan estos
valores? Seguramente a aquellos hombres
de antaño, erguidos como chopos, que mantenían su firme compromiso con
la poesía y apostaban por la lucha y la evolución de ésta hacia el mañana. ¡Qué lejos han quedado estos ideales,
ya diluidos en el pasado! Por este motivo y muchos más, merece la pena celebrar
la poesía.
En este
día se deberían declamar los versos más bellos de todos nuestros poetas
mundiales y locales. Seleccionar poemas de todos los tiempos, en los distintos
períodos de esplendor que habitaron y escribieron sus mejores versos, que
inunden nuestros oídos y lleguen a penetrar en nuestra alma. Si eso fuera así,
seguramente se terminarían las guerras y los hombres y mujeres estrecharían sus
brazos, las sonrisas serían eternas y el mundo, ¿el mundo? Sería una auténtica
delicia. Rezando algunos de los versos de nuestro
insigne poeta local Eladio Cabañero: “Hoy te hablo, amiga, en nombre de
estas manos/ y estos ojos perdidos de hombre ausente/ que en ti soñó sus sueños
más cercanos y comprendió la vida de repente”.
Poesía en la vida cotidiana
La poesía sale al encuentro cuando menos te lo esperas, no se encuentra únicamente en los libros ni en los mejores versos declamados en el escenario de un teatro. Se dibuja en cada amanecer, en cada crepúsculo, en las estrellas, las nubes, la tierra manchega que nos envuelve con su trigo dorado y su verde esmeralda. Respira y palpita en cada rincón de nuestra vida cotidiana, tejida con hilos invisibles en el habla de la gente, en las tertulias, en los refranes y en las canciones que arrullan los caminos del tiempo.
Caminar por las calles y observar el paisaje
puede iluminar nuestros sentimientos y ¿quién sabe si podemos componer un haiku
efímero o un soneto mal hecho o una seguiriya como decían nuestros poetas
menores? Los amantes en la calle murmuran endecasílabos y se funden en un
cuarteto. Y en la plaza, vemos un desfile de personas viendo la vida pasar y
convirtiendo su destino en una décima de paciencia. Todos y cada uno de
nosotros podemos ser poetas sin saberlo.
Los orígenes de la poesía
La poesía es tan antigua como la humanidad. Desde los
cantos épicos de Homero, de Safo hasta
los versos de Antonio Machado en el exilio o los mismos versos de Eladio
Cabañero durante la postguerra. En la antigüedad eran los mismos juglares
quienes se encargaban de transmitir la palabra de forma oral y servían para
expresar emociones, transmitir conocimientos y preservar la memoria colectiva.
En las sociedades antiguas, la poesía tenía una función mnemotécnica, permitiendo
transmitir relatos y valores a través del lenguaje oral. En las siguientes
épocas, como en el Renacimiento y el Romanticismo, se convirtió en un vehículo
de introspección y revolución, dando voz a lo más profundo del ser humano. Hoy,
en un mundo acelerado, la poesía sigue siendo un refugio donde las palabras
adquieren una fuerza capaz de transformar conciencias.
La poesía en las nuevas generaciones
Me sorprende ver cómo la gente joven y no tan joven son incapaces de detectar poesía en su contexto ordinario, sin embargo, como por arte de magia, cuando los niños/as o adolescentes leen poesía o escuchan algún cantautor, modernos juglares que hacen sonar sus liras, todos se rinden ante este milagro de la poesía y escuchan atentamente. Sus reacciones son de asombro. Ni que decir tiene cuando escuchan a Lorca, se quedan atrapados en su ritmo y su musicalidad, esa parte extrasensorial de sus cerebros se deleita, especialmente cuando escuchan “Verde, que te quiero verde”. O al escuchar los versos más románticos y salvajes tanto de Bécquer como de Pablo Neruda.
La simbiosis de la poesía con la música, el ritmo, la
entonación y sus palabras elevan el espíritu a la máxima potencia. Leer en voz
alta, comenzar con poetas cotidianos y accesibles, identificar nuestras
experiencias personales y si es posible, intentar escribir unos versos, sin
miedo, que nos liberen de tanta mediocridad.
Poetas internacionales para descubrir
A continuación dejo un listado de poetas
internacionales que han hecho vibrar al mundo, Pablo Neruda (Chile) con su
"Veinte poemas de amor y una canción desesperada", Mario Benedetti,
Charles Baudelaire (Francia) con "Las flores del mal”, Rilke, Pessoa,
Gioconda Belli, Valery, Leopardi, Lord Byron, Petrarca, Dante Alighieri,
Shelley, Keats, T.S Coleridge, Wordsworth, Walt Whitman, Góngora, Quevedo,
Shakespeare, Octavio Paz, Rubén Darío, Buesa, Dickinson, Gabriela Mistral,
Silvia Plath, Alfonsina Storni, Rosalía de Castro, Sor Juana Inés de la Cruz,
Gustavo Adolfo Bécquer y un etcétera interminable.
La poesía no es un arte elitista ni una reliquia del
pasado. Ojalá y este día de la Poesía Mundial sirva para acercar a mucha más
gente a este territorio tan desconocido. Si logramos presentarla con pasión,
seguramente que los receptores recibirán una fuente de inspiración inagotable. Porque,
como decía Lorca, "la poesía no quiere adeptos, quiere amantes".
¡Feliz Día Mundial de la Poesía!
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