Cristina Cuesta, hija del alto cargo de Telefónica, Enrique Cuesta, que fue asesinado por ETA el 26 de marzo de 1982 en San Sebastián junto al escolta, Antonio Gómez, ha ofrecido un valioso testimonio sobre cómo afecta al terrorismo a las personas que, como ella, lo sufrieron de cerca, además de lanzar interesantes reflexiones sobre una lacra que en un periodo de cincuenta años dejó más de mil cuatrocientas víctimas en España. Su mensaje trata de humanizar a unas víctimas en una charla a la que ha dado un enfoque vivencial y educativo. “El impacto de ETA se debe ver desde la perspectiva de las víctimas que siempre reivindicaron y lucharon por el fin de la violencia terrorista”.

En el 43 aniversario de la muerte de su padre, Cuesta ha abogado en la necesidad de defender “la justicia, la verdad, la dignidad y la memoria” y ha invitado al alumnado a que ampliaran los conceptos para definir su charla.

La conferenciante ha recordado la encrucijada en la que se vio envuelta la familia cuando propusieron a su padre trasladarse a Zaragoza. “A pesar de la complicada situación que teníamos, decidimos seguir en casa y no trasladarnos, algo que me ha perseguido durante muchos años”.