Con comedia y carcajadas,
como nos tienen acostumbrados, las mujeres de Moral bajaban el telón de la 32
Muestra Local de Teatro José María Arcos de Tomelloso. La veterana compañía
puso en escena “¡Ya tenemos chica!”, de Juan José Alonso Millán, ante un
público incondicional que aplaudió, rio y jaleó una obra estrenada en el año
91. El respetable, que dedicó una gran ovación al grupo teatral, se lo pasó
bien este domingo con Moral Teatral.
El Marcelo Grande
registro este domingo una gran entrada, como siempre que actúa esta compañía,
una de las fijas en la Muestra Local de Teatro. Candi Castellanos dirige (y
pasa por el prisma tomellosero) esta comedia que Juan José Alonso Millán
estrenó hace 34 años, cuando lo políticamente correcto aún no se había
instalado. Es por ello que, al público más joven le habrá chirriado alguno de
los chistes y sketchs de “¡Ya tenemos chica!”, absolutamente convenientes entonces.
La obra arranca con una
pareja paseando por la platea del Marcelo Grande, son Marta, Esther Montañés, y
Julio, Ana Isabel Villalta, que se ha metido al teatro porque han podido
aparcar. En el escenario, su apartamento, están recién casados, pero su
felicidad está a punto de venirse abajo “no tienen chacha”. Y esa es la trama
de la comedia, la búsqueda de una chica interna por una pareja en la que los
dos trabajan. Además, los vigila muy de cerca Venancia, la madre de Marta —y
suegra de Julio a la sazón—, a quién da vida Marga Albiñana.
Por el escenario del
Marcelo Grande desfila, una tras otra, cada una de las candidatas. Empezando
por Angustias, “la perfección”, a quien da vida Rosa Sáez, que no escatima su
vis cómica. Llamada por una santa de su pueblo para una gran misión, es
sustituida por Manuela (Ana Belén Lozano), aficionada a las telenovelas y los
concursos televisivos, hace poco caso a su señora cuando esta se pone de parto.
Gana un concurso y toma las de Villadiego.
La casa es también
gobernada por Venancia y su ama de llaves, Flora —que vio nacer a Marta— y a la
que Rosa Sáez lleva a límites descacharrantes. De la agencia llega Rosa, una “pasota”,
de aquellos años, que es Consuelo Bustos y de la que nadie hace carrera. La
tranquilidad parece que llega con Adriano, un criado erudito, tranquilo y
eficiente a quien da vida Trini López Ortega. Una confusión con Primitivo,
(Dolores Ruiz) hace que le den el finiquito. A Adriano lo sustituye Aicha, María
Isabel López-Ortega, que es de Tetuán y quiere imponer sus costumbres. A todo
este coro se suma un taxista algo resabiado a quien da vida la propia Candi
Castellanos. La obra acaba con la resignación del matrimonio protagonista…
Cuando cayó el telón, el
público dedicó a Moral Teatro una gran ovación, de hecho, cada cambio de escena
fue aplaudido por el respetable. Fue una divertida tarde, para el público,
incondicional del grupo y para las componentes de Moral Teatro, que estamos
seguros de que se lo pasaron también muy bien —o al menos eso parecía—. A falta
de la clausura oficial con El Brujo, la 32 Muestra Local de Teatro José María Arcos
ya es historia.
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Lunes, 7 de Abril del 2025
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