Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de
Castilla-La Mancha (UCLM) abre la puerta a nuevas estrategias
terapéuticas que podrían frenar el deterioro cognitivo en etapas
tempranas de la enfermedad de Alzheimer. Desde el Laboratorio de
Neurofisiología y Comportamiento de la Facultad de Medicina de Ciudad
Real se ha identificado un nuevo mecanismo para revertir los déficits de
memoria en los primeros estadios de esta enfermedad neurodegenerativa.
Investigadores del Laboratorio de Neurofisiología y Comportamiento de la
Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) han identificado un nuevo
mecanismo en la reversión de los déficits de memoria social y contextual
en fases tempranas de la enfermedad de Alzheimer.
El estudio, liderado por los profesores de la Facultad de Medicina del
Campus de Ciudad Real Souhail Djebari, junto a Lydia Jiménez-Díaz y Juan
De Dios Navarro-López, ambos responsables principales del citado
Laboratorio,ha sido publicado en la revista científica
Biomedicine & Pharmacotherapy, y en el mismo han participado los
investigadores Raquel Jiménez-Herrera y Guillermo Iborra Lázaro.
La investigación se ha centrado en analizar cómo la activación del
receptor Sigma-1 (S1R), -una proteína presente en el sistema nervioso
central que regula la actividad neuronal y la capacidad del cerebro para
modificar la intensidad de las conexiones entre
neuronas, un proceso esencial para el aprendizaje y la memoria-, puede
contrarrestar los efectos negativos en la plasticidad neural y la
memoria provocados por el péptido β-amiloide (oAβ), uno de los agentes
tóxicos fundamentales causantes de enfermedad de
Alzheimer en estadios iniciales. Su acumulación se considera uno de los
pilares neuropatológicos fundamentales de esta enfermedad
neurodegenerativa y su desregulación fisiológica tiene un papel crucial
en el inicio de la patología.
Mediante un modelo experimental en ratones que simula las fases
tempranas de esta enfermedad, el equipo de la UCLM ha demostrado que la
activación farmacológica del S1R con el compuesto PRE-084 es capaz de
restaurar la plasticidad sináptica, -es decir, la capacidad
del cerebro para adaptarse a nuevos estímulos, modificando la fuerza de
las conexiones entre neuronas-, y mejorar la memoria social y
contextual deteriorada por la presencia del péptido β-amiloide. Este
tratamiento, según los investigadores, no altera la actividad
motora ni el estado emocional de los animales, lo que sugiere un perfil
de seguridad favorable.
El hallazgo, aseguran los investigadores, “aporta nuevas evidencias”
sobre el papel del S1R en la regulación de la actividad neuronal, y
destaca su potencial para el desarrollo de estrategias terapéuticas
dirigidas a frenar el deterioro cognitivo en etapas
tempranas de la enfermedad de Alzheimer. Igualmente, el equipo
investigador destaca la importancia de continuar explorando su mecanismo
de acción y la optimización de su aplicación en estrategias
terapéuticas combinadas frente a esta y otras dianas en las
etapas tempranas de esta enfermedad neurodegenerativa.