Antes de ofrecer su pregón, se dirigió a los tomelloseros en el Programa de Festejos.

Dice Goethe que había muchas cosas en la vida que le costaba entender y mucho más creer. El escritor alemán resolvía estas cuestiones con tremenda simpleza, y así decía que creía en todo aquello que su madre le dijo que había que creer.

-¿Por qué?, le preguntaron

-Porque una madre nunca engaña a un hijo, respondió.

Les cuento esto porque el día que le dije a mi madre que me disponía este año a dar el pregón de la Feria y Fiestas de Tomelloso me dijo enseguida: agradéceselo a la Virgen de las Viñas que te ha dado la oportunidad. Y eso es lo que hago en este momento con estas pocas líneas.

Sepan también que se lo agradezco a nuestra tierra, La Mancha, abierta, agradecida y generosa con la vida, la luz y las palabras. Y sepan que me llena de alegría compartir con todos los vecinos de Tomelloso un tiempo que me servirá para reafirmar mis orígenes y una forma muy especial de entender la vida. 

Yo estoy con los que eligen un amigo

Los que agrupan los nombres naturales

Para dar riego al corazón.

Ya ven esto es lo que dice un poeta. Y yo a los poetas tampoco les quitó la razón. Y menos si se llama Eladio Cabañero. Dejaré el micrófono de la radio por unos momentos para compartir con vosotros un vaso de vino, un saludo y un apretón de manos. Dejaré el micrófono de la radio, a veces distante y frío, para, voz en voz, sentir el trago hondo que un rato de felicidad provoca siempre el encuentro entre paisanos. Y recordaré a los vuestros, y recordaré a los míos. Y se hará el milagro perfecto, ese que dice que no hay nadie que se haya ido para siempre que aquí alguien lo siga recordando. Los recordaremos. Y nos recordaremos todos nosotros durante estos días de Feria y Fiestas. Eso espero.

Y eso, tal y como mi madre me recuerda hoy, agradezco  nuestra Virgen de las Viñas.