“Vamos a cantar muchas canciones esta noche, desde el respeto y la admiración que sentimos por Leiva”, dijo, Raúl Galván, el cantante del grupo. Y lo cumplieron a rajatabla con una actuación estelar, en la que las dos  guitarras, el bajo, los teclados y la batería brillaron en la segunda noche de la feria de Tomelloso.  Buen rock mezclado con influencias de grupos americanos de los setenta que sonó a las mil maravillas. El parecido de voz del cantante con la de Leiva fue otro de los alicientes de un concierto soberbio.

Arrancaron con “Guerra Mundial” y “Lobos”, eras uno más de la hermandad, pero tuviste que joderlo todo, para seguir con “Superpoderes”. “La siguiente canción solo la cantan los que son muy fans de Leiva”, dijo Raúl para poner a prueba el grado de fidelidad del público. Pudo comprobar que eran muchos los que cantaron. Todavía más con Histéricos, con Pablo, el bajista de Puertollano, luciendo una prodigiosa voz; también en el que fue uno de los números uno de Pereza “Estrella polar” y “Sincericidio” que fueron elevando el ambiente del concierto.

Introdujeron un tema de Viva Suecia “Justo cuando el mundo apriete”, justo cuando el mundo apriete / Mejorando lo presente / Puedes agarrarte a mi  y entraron en la recta final con una batería de los temas más conocidos: “Terriblemente cruel”, “Como si fuera a morir mañana” o “Princesas” que pusieron un gran broche al concierto. 

Leiva lleva este nombre en recuerdo del gran Joao Leiva “Leivinha”, el brasileño que triunfó en el Atlético de Madrid de los setenta. Algún colchonero, como el que escribe, esperaba que cantara el delicioso “Partido a partido” que regaló, en compañía del gran Sabina, a la afición colchonera al ganar su última liga. Pero no lo hizo y no hubiera venido mal para levantar los ánimos rojiblancos tras el flojo comienzo de este año. Eso sí, tuvo el  gesto de regalar varios bis a un público que disfrutó del espectáculo de principio a fin.