Una tradición que pervive

Entre los participantes se encuentran reconocidos “muleros” como Nicomedes Marquina o Jesús Plaza, entre otros, que con su experiencia y cariño por las costumbres locales siguen dando vida a una tradición que se resiste a desaparecer.

“Lo que queremos es enseñar las tradiciones, que la gente vea los aperos, las mulas y las cosas como antiguamente se hacían”, explica Jesús Plaza, de la Asociación Cultural Carreros de Tomelloso. “Esto gusta mucho a la gente porque ya no se ve en casi ningún sitio de España. Nosotros algún día terminaremos, pero queremos que las tradiciones continúen, aunque mantenerlas es costoso y muy trabajoso. Gracias al Ayuntamiento que nos apoya, podemos seguir adelante”.

Personas de avanzada edad que presenciaban el desfile recordaban antiguos episodios con las mulas. "Cuando íbamos con ellas a cualquier sitio, todo el mundo decía que las mejores mulas eran las de Tomelloso".

Parada en el Paco Gálvez con zurra

El recorrido tiene su punto culminante en la fachada del estadio Paco Gálvez, donde los asistentes disfrutan de la tradicional zurra. Reatas, carros, remolques y caballos se mezclan con el ambiente festivo, atrayendo la atención de pequeños y mayores. La foto más repetida de la mañana ha sido de abuelos y nietos posando junto a las mulas.

“Habrá desfile desde El Obrero hasta el campo de fútbol y posteriormente una exhibición, con la entrega de zurra a los asistentes”, señala el concejal de Festejos, Manuel Marquina, que acude a la cita junto a los ediles Benito Benito, Rocío Valentín y Antonio Calvo.

El apoyo institucional

El concejal destaca que el Ayuntamiento, con el alcalde Javier Navarro al frente, mantiene convenios de colaboración con las asociaciones de carreros. “Nos encargamos de cubrir parte de los gastos de cuidado y alimentación de los animales. Es importante que estas tradiciones no se pierdan, porque ya apenas quedan pueblos donde puedan verse reatas y mulas desfilando”.