Miguel Ángel Jiménez comenzó hablando de los orígenes de la Hermandad y de la Virgen María en su advocación de las Viñas y recordó a los sacerdotes que actualmente ejercen su labor pastoral en Tomelloso y a muchos de los anteriores que tanto le enseñaron. No pudo evitar la emoción al hablar de sus padres y evocó sus tiempos de niño cuando iba al colegio Abelardo Contento y en el camino de regreso a casa recogía flores para su madre o aquellos días en los que disfrutaba en los campamentos y actividades de la OJE.

“¡Viva la Virgen de las Viñas, viva la Reina de nuestros campos ! Viva la señora de nuestros corazones.  Viva la Madre del divino Encanto.  Viva su niñete querido. Viva el crucificado y resucitado.  y que viva la Madre de Dios”, repitió en varias ocasiones con el acompañamiento emocionado de los fieles.

El pregonero fue  repasando momentos de la Romería que viene; la Oración para mayores y enfermos, el Rosario de antorchas, la Eucaristía…”Romería es unirnos todos, el cielo y la tierra”, dijo. También recordó la Romería televisada del año 1984 que pudo ver en el Seminario donde estudiaba y así fue hilvanando con destreza y mucho sentimiento un pregón en el que cada frase era un homenaje a la Virgen María, a la madre y a la Patrona de Tomelloso. La emoción subió de grado cuando el pregonero y los fieles entonaron el himno de la Virgen de las Viñas, antesala de la despedida de un pregón larga y sinceramente aplaudido,  construido desde el corazón y los sentimientos más puros de un hombre que ama a su pueblo y sus gentes.

El presidente de la Hermandad, Alejandro Ramírez,  impuso al pregonero la típica blusa tomellosera y el pañuelo de yerbas. Ramírez expresó la emoción, ilusión y responsabilidad que le provoca la primera Romería como máximo responsable de la Hermandad.  Contó cómo se fue gestando su devoción mariana y acto seguido invitó al mayoral del año pasado, Vicente López, a que pronunciara unas palabras en el altar. Éste contó la ayuda que le prestó la Virgen de las Viñas para superar una grave enfermedad.

Así llegó el momento del nombramiento del Mayoral 2019, Antonio Ortiz Martínez, que lo compartió con sus compañeros de Junta desde 1988 a 1993. Ortiz explicó que fue su antecesor en el cargo de presidente de la Hermandad, Jesús Bernardino, el que le animó a dar el paso, y contó con un tono desenfadado y cercano aquellas reuniones que celebraban en la cocinilla de Pinilla y algunos de los proyectos que pusieron en marcha como la reforma de la Ermita, la instauración de la Procesión de las Antorchas, la adquisición de más terrenos, los actos del cincuentenario de la llegada de la Virgen y la mejora de las infraestructuras eléctricas, entre otros. “Lo hicimos a base de esfuerzo, de llamar a muchas puertas, de pedir mucho, siempre con la colaboración del Ayuntamiento”.

El  cantautor cristiano, Unai Quirós, puso broche al acto con su música de valores, entrega y sentimiento religioso. Una actuación en la que también hizo cómplice a los asistentes. Todos ellos compartirían un zurra tomellosero en la Plaza de España. La Romería había empezado de la mejor forma posible.