Fue la secretaria de la Unión Musical, Marisol Lara, la encargada de presentar el concierto, el número 118 de la banda, dando las gracias al Ayuntamiento de Tomelloso por su colaboración y al público por su apoyo; también dio la bienvenida a los músicos incorporados a la formación, nueve músicos y músicas.

La Unión Musical ofreció un programa complejo y bien ejecutado que gustó al respetable. Comenzó con una pieza del estadounidense Leonard Berstein, concretamente “Candide Overture”, la obertura de la opereta basada en la obra de Voltaire. A continuación, los músicos interpretaron una obra de su director José Antonio-Sánchez Ballesteros, el poema sinfónico “Illo Die”, una pieza que une astronomía, religiosidad y humanismo. La primera parte acabó con “African Symphony”, del norteamericano Van Allen Clinton McCoy.

La segunda parte comenzaba con una obra del celebérrimo Jacob de Hann, “La Storia”. Cloudburst , de Eric Whitacre, una pieza muy personal con armonía disonante. El concierto siguió con un pasodoble, “La Virgen de la Macarena”, de Monteverde y Calero.

Y llegó la parte más esperada de la matinal, el estreno del pasodoble  titulado “Jardines del museo”. Antes, Sánchez-Ballesteros dijo que entregaba a la banda y la ciudad de Tomelloso esta pieza musical “por como me habéis tratado”. Explicó que la obra se le ocurrió visitando el Museo López Torres, señalando que lleva algo de todos los grupos folklóricos de Tomelloso. Entregó la partitura a la concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo, que agradeció en nombre del pueblo de Tomelloso  el regalo musical dedicado a uno de los espacios más bonitos de la ciudad.

Tras el estreno, el concierto acabó con el “Himno a Tomelloso” y una gran ovación del público.