Lo que hoy es el ámbito de las
“Lagunas de Ruidera” o Alto Guadiana, presenta “huellas” de grupos
de individuos, de remotísimas etapas prehistóricas bastante “oscuras”, que en
estas pocas líneas nos es posible darles la “luz” que merecen…
El casual hallazgo, ha tenido lugar cuando el ingeniero de montes José
Luis Zafra, natural de Ossa de Montiel,
paseaba por unos terrenos, propiedad de su familia, (así nos lo participa) en
la zona alta de las “Lagunas de Ruidera”. José Luis es un perfecto conocedor
del entorno del Parque Natural, principalmente de su vegetación y flora; muy
interesado y preocupado por los postergados bienes culturales y por los
negativos “derroteros” medioambientales de este ecosistema sin par…
Las apuntadas herramientas líticas de cuarcita, escasísimas en estos
parajes, por su morfología y técnica de talla, (son más abundantes los chopper
y choping tools o cantos, tosca, pero astutamente trabajados, como se puede
comprobar en la “EXPOSICIÓN ARQUEOLÓGICA DEL ALTO GUADIANA” del ayuntamiento de
la localidad de Ruidera) presentan la
típica tipología de bifaces lanceolados, (foto y dibujos del autor de este
artículo) de entre trece y quince centímetros de longitud; parcialmente
espesos, bien rematados en su parte distal
con un “talón” o parte proximal redondeado y escasamente retocado; con
cristalina pátina y adherencias o película de calcita de considerable grosor,
fruto de un rodamiento fluvial durante
miles de años, con posterioridad a la elaboración del utensilio. Hecho el consiguiente paralelismo, su
correspondencia con un Achelense Medio, salvo posteriores puntualizaciones o
dataciones, resulta evidente. Los individuos que los tallaron, se asentaron,
temporalmente, o deambulaban por parajes de Ossa de Montiel; aledaños de los ríos Alarconcillo, Pinilla y arroyos de “El Sabinar”,
coincidiendo, probablemente, con interestadiales o interglaciales del
Cuaternario Medio.
Expertos en la materia, hacen
hincapié, en que los verdaderos homínidos, (los nuevos descubrimientos están
“reescribiendo” nuestro linaje, comienzo, lugar…) surgieron en aquellos
territorios africanos, a finales del Plioceno Superior, (de nosotros a unos
seis millones de años) bajo la “forma” de Australopithecus.
Éstos serían contemporáneos del Homo hábilis (hombre?);
“fabricante” de toscos artefactos líticos como los mencionados choppers y
chopping tallados por una y dos caras en su parte distal; localizándose algunas
piezas en rañas del Pliocuaternario, en las inmediaciones de la cuenca del Alto
Guadiana. Aunque es de suponer que las herramientas y artefactos
Osteodontoqueráticos: huesos, garrotes, astas, colmillos, palitroques…, también
formaban parte de su “arsenal armamentístico” y sobrio utillaje.
El Homo erectus,
que según estudios apareció hace la friolera de millón y medio de años,
manufacturaba úiles líticos encuadrados en en el grupo de los cantos trabajados y también de la “industria” lítica
del Achelense. Tal vez por causas ecologico-selectivas desaparecen estas
especies y aparecen otras como el Homo sapiens, Neandertales, Los Cromañones,
etcétera. Parece ser que el Neandertal se extingue por una perturbación anormal
del medio, por razones de consanguinidad y por tener que competir con el violento
y, paradogicamente, hipercooperante, entre sí, Homo sapiens. Los utensilios que
fabricaban tanto los Neandertales como el Homo sapiens, se puede decir que, la
morfología de las herramientas, análogas a las de la foto, denota un buen domino de la simetría y por
que no decirlo de la estética.
Es evidente que,
las alteraciones “escandalosas” del Medioambiente, rivalidades y belicosidad
intergrupos y etnias, han sido y son la causa de la regresión y extinción de
multitud de especies. Resumiendo. Si desde los Australopitecos, nuestra
capacidad craneana ha aumentado dos veces y media, ¿Cómo es posible que seamos
tan imbéciles? El Homo sapiens ha pisado un peldaño muy alto en su trayectoria
evolutiva, pero aún no se encuentra en la grada final. El Homo sapiens, con su
cerebro atestado de buenas y malas inteciones, tiene que dirigir más la mirada
hacia el entorno natural de “su Planeta”; “tenderle la mano” y no creerse un
Dios.
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Sábado, 4 de Mayo del 2024
Domingo, 5 de Mayo del 2024
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