Cristina empezó su actuación por bulerias, continuó con unas alegrías de Cádiz y el tema “La estrella”, una invitación al optimismo “para superar estos duros tiempos con fuerza”, dijo la cantaora que aseguró sentirse muy a gusto cantando ante sus paisanos.  

Metería más ritmo a  la noche con unos tanguillos de Cádiz y su voz fue creciendo en una noche de flamenco de altura, interpretado a las mil maravillas como merece el género declarado patrimonio de la humanidad. Cristina demostró el dominio de diversos palos del flamenco y enseñó el poderío de su voz cuando se alejó del micrófono y quiso estar más cerca de los espectadores, con los que demostró cercanía en todo momento. El público irrumpía en aplausos antes de que acabaran los temas, señal inequívoca de que le estaba gustando mucho el espectáculo.

Cuando Cristina se tomó un respiro,  se quedaron solos en el escenario Rebato y Penalver. Un delicioso dúo en el que se hizo grande la guitarra de Peñalver, que con solo 25 años, es ya un extraordinario guitarrista.  Cultiva y aprende su arte en el prestigioso Conservatorio de Córdoba donde se forman los más grandes. Sus manos prodigiosas se movían veloces entre las seis cuerdas para extraer lo mejor del instrumento y ofrecer bellos pasajes. 

Inmaculada Pacheco y Jesael Pacheco pusieron su mejor baile para completar la gran noche flamenca. Una  actuación larga que al respetable le pareció muy corta. Del inicio de la actuación también disfrutaron la alcaldesa, Inmaculada Jiménez, y la concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo. El espectáculo que patrocinó la Diputación Provincial y el Ayuntamiento fue un rotundo éxito y el público espera reencontrarse pronto con estos grandes artistas.