En el año 1982, un gran incendio asoló una gran alameda plantada a finales del siglo XVIII. La encina que nos ocupa tiene al menos cien años. Podemos observar una parte de sus gruesas raíces, pues tiene varias cortadas en el lado que da a las tierras de labor. Se la ve vigorosa y fuerte, sin ramas secas y con un follaje homogéneo. Tiene un grueso tronco con un perímetro de  3´5m., el cual se divide en dos nada más emerger de la tierra. Es probable que este mismo tronco soportase algún o algunos brazos más en el pasado. La copa tiene una altura que ronda los 16m., y da sombra todo el año a una superficie superior a los 200 metros cuadrados. Se encuentra en propiedad privada junto a una vía pública, en la calle San Lorenzo, frente a la calle Ramón Barreda, accesible y visitable sin problemas a día de hoy.

El acceso a la localidad y a este árbol es muy bueno desde la CM-42: en torno al kilómetro 111, por las salidas 106 y 108. La encina está situada en el lado norte de la población, no lejos del cauce del canal del Guadiana, el cual, a veces lleva  un buen caudal de agua, y otras veces está completamente seco meses y meses

Siempre nos merecerá la pena visitar Alameda de Cervera, el paisaje aquí es llano con pocas ondulaciones, decorado por viñedos, olivares y tierras de cereal, algunas de ellas fincas grandes salpicadas de encinas de mediano tamaño. Lástima que el incendio destruyese la gran alameda –un auténtico bosque- situada junto al núcleo mayor de la población. Aún así quedan algunas encinas centenarias como la reflejada en la fotografía, el puente del Gran Prior, restaurado recientemente, la iglesia de San Lorenzo Mártir y muchos más atractivos patrimoniales y turísticos que hacen a este pueblo interesante y encantador. Para alojarse y reparar fuerzas en una población como esta, pequeña, hay diversos alojamientos rurales de calidad señalizados debidamente en las vías de la población y fácilmente localizables en internet y en las redes sociales.