Llamó la atención de los visitantes “la buenísima organización del certamen”. ENVERO comienza con un vino de prueba para aunar criterios dentro de cada comité y limar disparidades. Otro detalle que llamó la atención de los castellanomanchegos, fue “que no se introducen las respuestas en el sistema, hasta haber catado todos los vinos, dentro de una misma categoría, con lo que se pueden hacer correcciones una vez catados todos y no se penaliza a los primeros que se catan”.

Además, tras la cata popular, explica la Asociación de Catadores, hay un jurado más experto, que da el veredicto final. Circunstancia “adecuado para dotar de profesionalidad estos premios. Los presidentes de mesa están obligados a pasar un cursillo el día previo al evento”. Otra cuestión importante, señala la ACACAM, es preparar el estómago antes de la cata y allí ofrecían un pequeño desayuno, antes de comenzar y un aperitivo al finalizar.

La expedición castellanomanchega hizo entrega al alcalde de Aranda de Duero de un cuadro en agradecimiento de esa fantástica acogida, que contiene un sello conmemorativo del 80 aniversario de la Virgen de las Viñas de Tomelloso y una botella formato premium de Brandy Peinado. Los manchegos degustaron un almuerzo castellano en el que no faltó el lechazo, dado que Aranda es la capital de ese plato durante 2024.

Gracias a la gentileza de la Peña Tierra de Aranda, la Asociación de Catadores de Castilla-La Mancha vistió una de las más emblemáticas bodegas subterráneas de Aranda de Duero. En ese espacio, se llevó a cabo una muestra de productos de Tomelloso a la que se sumó la Asociación de Sumilleres de Aranda y de la Ribera del Duero. la jornada del sábado se remató con el ENVEROFEST, donde se pudo disfrutar de la música de Chambao.

La Asociación de Catadores de Castilla-La Mancha mantiene su contacto con ambos colectivos arandinos “para nuevas acciones en común”. Por últimos, los tomelloseros no podían dejar Aranda sin visitar a la Virgen de las Viñas y conocer todos los detalles de su santuario.