Nada más recoger el premio de manos del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, Rafael Álvarez ‘El Brujo’ aseguró haber “comprobado que la vida persiste por todas partes en medio de la destrucción por lo que debe haber una ley superior” que hace inteligible la sociedad y digna la vida de ser vivida, que es la ley del amor.

“Si tienes que pelear, debes librar la batalla, pero si logras conquistar a tu enemigo por medio del amor habrás obtenido la más rotunda victoria sobre la ley de la destrucción”, añadió El Brujo, que preguntó si esto lo dijo Shakespeare, Sófocles u otro dramaturgo. No, fue Gandhi, un político, por lo que “no debemos perder la esperanza”, hizo balance ante los representantes de las distintas instituciones nacional, regional, provincial y local presentes.

Sonrisas y carcajadas, como ocurre en sus espectáculos, cosecharon sus reflexiones plagadas de humor, poesía y filosofía en un acto con el que se levantó el telón de la 47º edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

“El océano espíritu sabe que eres la ola-alma que emerge desde las profundidades de las aguas, pero la ola debe recordar que forma parte del océano, es decir, debemos vivir con la conciencia de que formamos parte de algo más grande que nosotros mismos y practicarlo día a día, y ése es el único camino hacia la paz”, apuntó, parafraseando al yogui Paramahansa Yogananda, El Brujo que admitió que a lo largo de su trayectoria ha pasado por muchas etapas con momentos de furia, muchos de sarcasmo, también para el exabrupto y “éste es el maravilloso del agradecimiento”.

“Doy las gracias a todos los que han permitido que haya llegado hasta aquí”, indicó, para recordar a sus “maestros” en la supervivencia materializando el sueño del teatro como José Luis Alonso y Gerardo Malla, así como Fernando Fernán Gómez, quien le dejó claro que al público en España le daba igual que fuera Hamlet o Seguismundo, lo que quería era que sufriera el actor no el personaje. También rememoró cómo Fernán Gómez le contó que, estando sobre las tablas recitando con la mirada hacia arriba como hacían los actores antiguos, pasó un ratón por el escenario, no le vio pero la gente sí y aplaudió, con lo que creyó que lo estaba haciendo muy bien. “En aquella época, había ratones sobre los escenarios y… volverán porque el ministro de Cultura es ecologista”, barruntó con ironía El Brujo, que también se sacó de la chistera de los recuerdos la aseveración que le espetó Adolfo Marsillach y le dejó poco menos que estupefacto: “Tú tienes una cosa muy buena como yo y como Nuria Espert y es que hablas raro, por eso triunfas. En este país, el que habla normal a la Diputación”.

También citó a otro gran maestro como José Carlos Plaza, a su productora Herminia Pascual sin olvidar “lo que hemos peleado para cobrar” y a su esposa que “vino a mi vida cuando estaba penando en una cueva oscura”, utilizando las palabras de Alberti sobre María Teresa León.

No obvió agradecer la complicidad del público que llena los escenarios donde actúa y exprime a los clásicos siguiendo la máxima de Dante del ‘amor es la fuerza que mueve a los planetas”.

La semblanza de El Brujo la hizo Jesús Cimarro, director del Festival de Teatro Clásico de Mérida y de Pentación, que citó fabulosos papeles como los de ‘La taberna fantástica’ y ‘El Lazarillo de Tormes’ y le calificó como “uno de los genios más importantes de la interpretación del país”.

La directora del Festival de Almagro, Irene Pardo, resaltó cómo El Brujo pasea por los clásicos con ligereza y humor, al tiempo que con profundidad, humanismo y espiritualidad; y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, destacó sus más de treinta años actuando en el Festival de Almagro, cuya historia no se puede entender sin El Brujo. Así mismo, Valverde recordó la anécdota de un paisano que al contestar una llamada de teléfono exclamó que estaba comiendo con el presidente del Gobierno, en esa época Mariano Rajoy, el cual estaba compartiendo una comida en un encuentro con unos mil bolañegos, para decir que ahora ya podía presumir de haber compartido tablas con El Brujo.