Historias Corrientes nos presenta a Mordecai y Rigby, un arrendado azul y un mapache, ambos adolescentes trabajando en un parque y con un jefe el cual los regaña si no consiguen hacer las tareas. Nuestros amigos no están solos pues a parte de Benson, el jefe, se unen Skips, sculitos, El Fantasma Chocala y Pops.

A lo largo de ocho temporadas y una película vemos las aventura s de estos colegas y trabajadores del parque para evitar cualquier desastre, todo esto sumado a un humor absurdo pero efectivo y alguna que otra dosis de acción. No le busquéis mucho el sentido simplemente ver lo de esta manera: Mordecai y Rigby tienen que cumplir una tarea, aparece el malo de turno, el conflicto se soluciona de forma épica y fin del capítulo. Estructura fácil, sencilla y con una duración de diez minutos.

Si bien es cierto que sus primeras temporadas son historias simples y sin trasfondo, con el paso de estas se nota evolución de sus personajes, por no decir que la amistad de Mordecai y de Rigby es tóxica. Todos los personajes evolucionan, Skips por ejemplo tiene su propio capítulo de origen y es muy dramático, hasta Benson quien se supone que es el jefe con mala uva, se descubre facetas suyas y descubres por qué es como es.

No tiene miedo en explorar por ejemplo la depresión o la dependencia emociona t prueba de ello son las relaciones que tiene Mordecai. Incluso Rigby en un momento pasa de ser el vago de turno a ser responsable sin perder el alivio cómico que tanto le caracteriza.

Respecto a los villanos, empiezan siendo magos, monstruos mágicos o un jefe final de un videojuego, pero a medida que pasan las temporadas se convierten en por ejemplo dependientes o profesores que en su día te hacían bullying. Vamos, enfrentarse a los problemas de la vida real.

Porque si algo destaca de Historias Corrientes es su mensaje: Madurar. La serie no se basa en la famosa "rueda de la moralidad" ni mensajes rollo Disney como "la amistad lo puede todo". En su lugar da lecciones dura sobre la vida pero a la vez positivo: puede que muchos de nosotros nunca alcancemos nuestros sueños pero eso no quita que vivamos una buena vida y poder disfrutarla con nuestros amigos

Historias Corrientes no sólo es la historia de Mordecai y Rigby, es también la historia de su creador y de su viaje personal. Es un producto que habla a la persona que creció en los 80 y 90 y por eso tengo que recomendar la. El fina l de la serie dejó un hueco enorme, es como cuando terminas un largo viaje, te quedas con la sensación, los recuerdos y las personas que conoces. 

Gracias J. G. Quintel por crear tal obra de la animación y por darnos a unos de los mejores dúos como son Mordecai y Rigby.