Han
pasado muchísimos años desde que Ridley Scott hizo la primera de Gladiator. Me sorprende que con su avanzada edad siga
haciendo películas y nos haya traído una secuela de un clásico de culto: Gladiator II.
Ridley
Scott junto con David Scarpa, mismo guionista de Napoleón, escribe y dirige esta secuela junto con un elenco
estelarizado por Paul Mescal, Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Joseph Quinn y Fred Hechinger. Han
pasado 16 años desde lo ocurrido en
la primera película, cuando Máximo Décimo Meridio derrotó al Emperador Cómodo, el sueño de Marco
Aurelio ha sido olvidado por culpa de los nuevos
emperadores Geta y Caracalla. Ahora Lucio, convertido en gladiador, está dispuesto
a cumplir dicho sueño: devolver el poder de Roma al Senado.
Al
igual que la secuela de Joker era obvio no preguntarme desde un principio si
era necesario continuar la historia
de Gladiator teniendo en cuenta que la película tuvo un cierre increíble porque ¿cómo superas o igualas lo que en su día
se logró? Fácil, repite lo mismo
que hiciste. Más que una secuela es una recuela. Por si no sabéis lo que es, no os preocupéis que os lo explico: una
recuela es la combinación de un remake y una
secuela. Es decir, haces lo mismo que en tu película pasada, pero de
paso continuas la historia
utilizando lo que se conoce como fanservice. No es cosa nueva y ahí tenéis el Episodio VII de Star Wars. ¿Era necesario?
Para nada, pero en este caso el resultado es satisfactorio.
A
nivel estético es precioso, Roma está en su máximo esplendor al igual que las batallas que pese al uso del CGI, son
entretenidas, impactantes y más violentas que
en la primera entrega, me lo habré pasado igual que un crio en Navidad
ante tal espectáculo visual, quizá
junto con Dune Parte 2 es la que me ha transportado a otro mundo o en este caso otra época. Eso no
quita que hayan usado localizaciones reales
y efectos prácticos, de hecho, se construyó una réplica de un coliseo a
escala real. El vestuario tampoco se
queda atrás, me asombra lo bien diseñadas que están las armaduras y la vestimenta romana, es como si hubiera regresado a
la primera cinta y la banda sonora,
pese a no estar compuesta por Hans Zimmer sino por Harry Gregson-Williams, sigue utilizando su tema más icónico como el
Now We Are Free y otros nuevos
que pegan con el tono de la
cinta.
Ahora respecto a la trama, si bien intenta copiar a la primera entrega, a la hora y media de metraje cambia y se vuelve otra
cosa. Diría que empieza muy bien, pero pasado
un rato largo y mirad que es larga, empieza a flojear pero eso no quita que sea un desastre, de hecho no me he aburrido
en ningún momento y por suerte Ridley Scott
no se ha vuelto loco. También echo un poco de menos ese tono de tragedia grecolatina, en su lugar es un Blockbuster
de Autor con muchísima acción incapaz de aburrirte
y por suerte no recurre al fanservice barato como otras muchas de su categoría. Hay menciones a algún que otro
diálogo o frase célebre pero es solo eso, menciones.
En cuanto
a los personajes, Paul
Mescal en esta película tiene un físico cual semidiós
hasta tal punto que quiero que sea el Batman de DC Studios, pero
por desgracia no tiene esa presencia
que en su día tenía Russell Crowe. Es un intento de replicar a Máximo pero no funciona y es opacado por
Denzel Washington. Hablando de Denzel, es
lo mejor de la película y aún no poder revelar mucho sobre su personaje diría
que es muy parecido a Petyr Baelish
en Juego de Tronos. Pedro Pascal tiene personaje muy interesante como es el General Acacio pero está
desaprovechado igual que Connie
Nielsen, ambos tienen pocas escenas y genera una subtrama que después se vuelve en otra principal. El personaje
de Lucilla es para decirle al espectador lo siguiente:
sabed que esto es una secuela directa de Gladiator, no lo olvidéis. Ahora hablando de los grandes villanos como son
Geta y Caracalla, me parecen buenos sucesores
de Cómodo. No superan a Joaquín Phoenix pero tanto Joseph Quinn como Fred Hechinger hacen muy buen trabajo
interpretando a este par de hermanos cuyo poder
les ha vuelto locos a ambos inspirados en Calígula y un poco a Nerón.No quería entrar en el tema pero en
su día cuando escribí sobre Napoleón se me olvidó
mencionar una cosilla cada vez que el bueno Ridley hace una película histórica: el famoso rigor histórico.
Mirad,
la historia antigua es muy difícil de adaptar y sí, es obvio que en la antigua Roma nadie hablaba ni escribía en inglés.
El cine es ficción y a través de la ficción se
puede contar historias. No es nuevo, ahí tienes a Quo Vadis, Espartaco o
Ben-Hur por poner ejemplos y no veo
a nadie quejándose de estas joyas cinematográficas. Y pequeño spoiler, hay una escena de naumaquias donde hay
tiburones y justo por eso los
historiadores se están tirando de los pelos; pero sabed que en la primera de Gladiator, Cómodo moría saltando a la
arena además de otros fallos y yo pregunto lo
siguiente: ¿y qué?
No
es una película de Mel Gibson como La Pasión de Cristo o Apoclypto donde hablaban en Arameo o en Maya así que si
queréis contenido que os explique la historia
tenéis tropecientos documentales en National Geographic o en History Channel. En este último depende porque
están más con Forjado a Fuego o con El Precio
de la Historia o con los Aliens donde los teóricos de los antiguos astronautas dicen que sí.
En fin, Galdiator II pese a sus pegas y aún sin superar a la
anterior entrega, me parece una
película muy entretenida y una digna secuela. No sé qué planes tendrá Ridley Scott con esto, pero seguiré viendo sus
películas con mucho gusto. También es la cinta
donde por fin conoceréis a Paul Mescal si todavía no lo habéis hecho, y
si no pues os recomiendo Desconocidos, Aftersun y Normal People.
El
Legado de Máximo perdura y por suerte no menosprecia a su predecesora. Id a verla al cine con la pantalla más grande
posible porque el espectáculo visual lo tenéis
garantizado.
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Martes, 24 de Diciembre del 2024
Jueves, 26 de Diciembre del 2024
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