Tenerte
a ti
es
tener un campo ancho.
Campo
grande
cuajado
de amapolas.
Amapolas
que son tus
besos;
besos,
besos y más besos
de tu boca sin doblez.
Tenerte
a ti
es
tener un río claro
donde
no hallar reproches.
Tus
palabras de cristal
-sin
hipócritas halagos
ni
falsas esperanzas-
¡me consuelan tanto!
Esperarte
a ti
es
esperar una alegría
como
ninguna.
Agradecida
me vuelvo
cuando
te miro.
Contigo
repaso
los
recuerdos
de
niña, cuando llegaba
con
las manos doloridas
por
no haberme sabido
la
lección;
de
aquella riña,
mi
subida a un árbol,
de
los bolsillos de mi babi
en
continuo desgarrón
y
aquel pespunte que para toda
china ya los cerró.
Y
tú, que no sabes leer,
lees
las ocultas lágrimas,
aun
las que no dejo caer.
Sin
saber escribir
esculpiste
en mí
“no robar, no
mentir;
no entregar a
precio de saldo
la virtud en un
cerrar y abrir”.
Y
antes de que te vayas
o
yo me marche
te
regalaré mis humildes flores.
Ahora
que tú las puedes ver.
Escribiré
tu nombre
con
mayúsculas.
Con
él diré todo
lo que eres para mí:
M A D R E
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Miércoles, 29 de Enero del 2025
Jueves, 30 de Enero del 2025
Jueves, 30 de Enero del 2025
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