“No hay palabras para expresar lo que se siente sirviendo a la Virgen. Es  un inmenso privilegio y una emoción muy grande estar cerca de ella, vistiéndola y preparándola para cada momento. Muchas veces me digo a mí misma que estoy aquí contigo Madre, cuidando de tus cosas y en todo lo que necesites”.

La vinculación de Mercedes con la Romería de la Virgen de las Viñas viene de lejos. “Siendo pequeña venía con mis padres a verla, más adelante iba con las carrozas y ahora la disfruto con mi marido y mis hijos, además de esta bonita labor que tengo como servidora. La Patrona siempre me provoca mucha emoción”.

Está muy pendiente de ese proceso para que la Romería sea declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y asegura que sobran razones y argumentos para que esa propuesto llegue a buen puerto. “Es algo que esta Romería merece porque cada vez viene más gente de fuera, ya no solo de los pueblos de alrededor, sino también de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla…La propia gente te lo dice, “yo vengo de Barcelona…”. Nuestra Romería merece tener esa proyección nacional y hacerse notar”. 

De los momentos de la Romería, Mercedes Campos se queda “cuando está acabando la Procesión de las Antorchas y la Virgen llega a la Ermita y nuestros compañeros la mueven y toda Pinilla se queda en un silencio muy respetuoso. Y por supuesto, otro gran momento es el de la llegada a Tomelloso. Es algo que me emociona porque nos acercamos a las personas que no pueden ir al Santuario, sobre todo personas mayores, y pueden disfrutar de la Virgen a la que tanto quieren”

Al final, Mercedes nos dice que le pedirá a la Virgen de las Viñas que “nos siga  acogiendo y protegiendo a todos, como dice nuestra compañera Isabel Cañas, con su querido manto, y también le pediré algo más personal".