Roncero valora que su cuide una tradición "que conlleva un trabajo mucho mayor de lo que la gente se piensa, pero como nos gusta lo sacamos adelante. Dicen que palos a gusto nos duelen y es una gran verdad. Es un orgullo sacar a estar mulas tan bien presentadas":

El joven carrero considera que "vendría bien algo más de apoyo de las instituciones a esta tradición tan bonita. Sé que apoyan, pero todo es poco, porque cuidar y preparar las reatas supone un gasto importante. Creo que no nos tienen en cuenta lo que deberían".

Para Jesús Roncero hay dos momentos muy especiales en la Romería, y los dos tienen como protagonistas a las reatas de mulas. "La entrada en Pinilla por la mañana es emotiva porque hay mucha gente esperándonos y la gente se vuelca con las fotos y demás. Y luego por supuesto, la llegada a la Plaza de España por la tarde es también otro momento muy especial para nosotros. Agradecemos mucho esos aplausos que nos da la gente de nuestro pueblo porque saben que estas son las raíces más auténticas".