Hay
algo profundamente humano en los comienzos. En cada inicio hay una
mezcla de ilusión, incertidumbre y responsabilidad. Como cuando alguien
empieza
un nuevo trabajo, o como cuando una familia se muda a un nuevo hogar.
Así es también el comienzo de un nuevo curso escolar: un territorio por
explorar, un micromundo que se activa con cada septiembre, lleno de
promesas y desafíos.
Volver
a las aulas es mucho más que retomar rutinas. Es, en realidad, volver a
un espacio en el que se ensaya la vida. Las escuelas, los institutos,
las aulas de nuestros pueblos y ciudades son pequeñas sociedades en las
que se aprende a convivir, a escuchar, a respetar, a compartir. Como
dice el escritor Johann Hari, “prestar atención es un acto de amor”, y
en la escuela, cada gesto de atención -del alumnado,
de las familias, del profesorado- es una forma de cuidar y de construir
futuro.
Porque
el curso no lo empiezan solo los alumnos y alumnas. También comienzan
de nuevo sus docentes, que renuevan su compromiso con la enseñanza como
quien renueva un voto invisible con la sociedad. Pocas profesiones
requieren tanta entrega emocional y tanta preparación continua. Enseñar
no es solo transmitir conocimientos: es acompañar, inspirar y sostener.
Este septiembre, más de 33.600 docentes de la
educación pública en Castilla-La Mancha afrontan con la misma ilusión
de siempre la tarea de abrir caminos de aprendizaje. Y lo hacen en un
entramado de 1.080 centros públicos, a los que se suman colegios
concertados, privados y escuelas infantiles municipales,
hasta alcanzar los 1.784 espacios educativos donde late, cada mañana,
la vida escolar.
También
las familias reinician su curso. En cada mochila que preparan, en cada
conversación de ánimo antes de cruzar la puerta, en cada reunión o
tutoría,
se activa un compromiso silencioso: el de colaborar con el profesorado,
el de confiar en el sistema educativo y en la comunidad que lo
sostiene. Sin las familias, la educación estaría incompleta. Son ellas
las que transmiten los valores que luego la escuela
refuerza. Y es en ese diálogo constante donde crece una educación
sólida.
No
podemos olvidar, además, a quienes hacen posible que el engranaje
educativo funcione: el personal de administración y servicios, los
equipos directivos,
las instituciones que colaboran en proyectos y programas, las
asociaciones, las entidades locales, las fundaciones, los profesionales
de orientación, de transporte, de comedor escolar, de limpieza, de apoyo
educativo… Cada uno de ellos aporta lo mejor que
tiene para que cada niña y cada niño -casi 385.000 alumnos y alumnas en
nuestra región- tenga la oportunidad de aprender en condiciones de
equidad, dignidad y seguridad.
Decía
el filósofo romano Séneca que “no hay viento favorable para quien no
sabe a qué puerto se dirige”. Nuestro puerto, el de toda la comunidad
educativa,
es formar personas capaces de pensar, de convivir, de crear y de
cuidar. Personas que sepan discernir entre lo urgente y lo importante,
entre lo efímero y lo duradero. Personas que entiendan que las normas no
son un obstáculo, sino una forma de respeto mutuo.
Personas que aprendan a ser libres siendo responsables.
En
este nuevo curso, como administración educativa, renovamos nuestro
compromiso con la mejora continua, con la innovación, con la inclusión,
con el
bienestar del alumnado y con el reconocimiento del trabajo docente.
Apostamos por una educación que acompañe a cada estudiante según sus
necesidades, que valore el talento en todas sus formas y que entienda
que la diversidad es una riqueza, no un problema.
Comenzar
un curso es, en el fondo, una forma de esperanza. Es creer que siempre
se puede aprender algo nuevo. Que siempre se puede enseñar algo mejor.
Que siempre hay margen para el esfuerzo, para el descubrimiento y para
la empatía.
En nombre del Gobierno de Castilla-La Mancha, quiero desear a toda la comunidad educativa un curso lleno de aprendizajes significativos, de encuentros humanos y de pequeñas grandes conquistas. Que no olvidemos nunca que la educación es la herramienta más poderosa para transformar vidas y sociedades. Que este curso que empieza sea, para todos y todas, una oportunidad de volver a empezar… y de volver a aprender.
Emiliano García-Page Sánchez
Presidente de Castilla-La Mancha
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Lunes, 8 de Septiembre del 2025
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