donde impera la insensatez y el miedo.

Más pato que Donald

más tramposo que Trump

es el sillón del dinero,

la mano que mece el botón

que entra cada día en casa

domina, controla, observa

somos los Smith del veinticinco.

La envidia en los ojos,

el rencor en la boca,

en el sillón del abuso

esputa sangre y delirio.

con las manos frías

y la boca ardiente,

con el puño firme,

desde el umbral de la mentira

se mira al ombligo

y solo ve sus propias inmundicias.

Sombras de un mar encadenado,

de un sol que nos ahoga,

de una tierra gélida, abrasadora

de una ciencia que no vence

a la creación, a la tierra plana.

No todo es juego

bate la bola en la boca.

El negro juega al balón,

me vale el alto y el hábil,

no quiero al trabajador

de esclavas faenas y pobres.

Emigran por caminos de polvo,

muros de odio y opresión,

En un país de emigrantes

de nuevas raíces para una tierra nueva

el alma se seca, el agua no fluye

los cabelleras blancas

vuelven a cortar cabezas

mientras inundan de laca

su moral y su indecencia.