Opinión

TRON: Ares — Qué guapo está el nuevo disco de los NIN y dentro de varios años la vais a valorar

Luis Manuel Serrano Novillo | Viernes, 17 de Octubre del 2025
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Han pasado 15 años desde que vimos por primera vez Tron: Legacy y quedé cautivado por ese mundo virtual y con el deseo de ver más.
Este año volvemos a adentrarnos en La Red, o más bien La Red vendrá a nuestro mundo. Esto es Tron: Ares.

Dirigida por Joachim Rønning y protagonizada por Jared Leto, Greta Lee, Evan Peters, Jodie Turner-Smith, Gillian Anderson, Arturo Castro, Hasan Minhaj, Sarah Desjardins, Cameron Monaghan y Jeff Bridges, nos adentramos en la actualidad, donde Julian Dillinger —nieto de Ed Dillinger— ha creado su propio programa llamado Ares, el más avanzado hasta la fecha. Todo se sale de control debido a que el propio Ares quiere saber qué se siente al estar en el mundo real y, por supuesto, quiere vivir para siempre.

Aparte, conocemos a Eve Kim, la presidenta de Encom, cuya investigación la lleva a una IA capaz de mantener objetos del mundo digital en nuestro mundo de manera permanente, lo cual genera una guerra entre Encom y Dillinger por ver quién consigue antes el Programa de Permanencia.

Hay algo que siempre les ocurre a las pelis de Tron: siempre que se estrenan les va mal en taquilla, y la empresa responsable, como es Disney, decide enterrarlas durante largo tiempo. Sin embargo, con el pasar de los años, las cintas se vuelven clásicos de culto y con legiones de fans. Esto mismo creo que le va a ocurrir, por desgracia, también a esta película, y la razón es más que simple: Jared Leto.

Muchos de nosotros queríamos de vuelta a Sam Flynn y a Quorra tras los acontecimientos de Legacy, pero como no tuvo buen recibimiento en taquilla, no los volvimos a ver, y lo peor es que también nos quedamos sin Daft Punk. Pero he de decir que, tras ver esta tercera entrega, me ha sorprendido, y para bien.

Para que nos entendamos, esta película está hecha por fans y para fans, así que algo me dice que el público casual o no la va a entender o la va a odiar, y sí, es obligatorio haber visto tanto la primera película como Legacy, en especial la primera, la del 82. Es como cuando ves Blade Runner 2049 sin haber visto la original de Ridley Scott: no te enteras de nada. Así que haceos el favor y mirad la Tron original, que ha envejecido bastante bien. Dicho esto, prosigo.

Tron: Ares tiene el estilo y elementos que vimos en Legacy, pero actualizando muchas cosas. La premisa de por sí me parece lo más interesante: programas que vienen a nuestro mundo, pero a esto se le suma una guerra comercial de empresas tecnológicas, algo que se vio un poco en la original pero que aquí es el hilo principal de la historia.

A nivel técnico es lo mejor: los efectos siguen estando cuidados y lo mejor es que The Grid, o La Red, se siente más viva que nunca, aunque por desgracia sólo se ve unos 20 minutos. Y, por supuesto, no puedo olvidarme de la música.

Trent Reznor y Atticus Ross, es decir, Nine Inch Nails (NIN), hacen una banda sonora envolvente y apabullante a ritmo de sintetizador que por momentos recuerda a Wendy Carlos, y me hace gracia porque a veces la música omite diálogos. Y sí, estoy de acuerdo con que la película es un videoclip largo del nuevo disco de NIN. Pero no nos engañemos: Tron no ha triunfado por el guion; lo hace por sus efectos y por su música. ¿En serio alguien recuerda la historia de Legacy? Porque yo creo que la mayoría recuerda la segunda película por el musicote de Daft Punk.

En cuanto a los personajes, pese a que alguno que otro me da igual, tengo que admitir que Ares es el mejor desarrollado y que en esta ocasión sí veo a Jared Leto actuar y no un meme como en Morbius o esa versión horrible del Joker.

Respecto a Greta Lee, creo que su personaje no está mal, pero le falta algo. Julian Dillinger y Atenea son buenos villanos, en especial el propio Dillinger: un niñato que es un genio informático pero con complejo de dios y, de paso, un megalómano que además no hace caso a su madre.

Atenea, en cambio, es un programa que se dedica a seguir órdenes de su creador y supone una amenaza para el propio Ares debido a que este es su compañero. Seguro que muchos queréis saber qué papel tiene Jeff Bridges y, aunque en el fondo sea fanservice, pese a lo poco que sale, tiene importancia en la trama, volviendo a ser Kevin Flynn una vez más.

La cinta no sólo es un batiburrillo de acción y un derroche de efectos especiales con música de NIN a todo volumen; también toca temas existencialistas sobre si los programas pueden sentir además de seguir órdenes, el conflicto de creador y creación, la búsqueda de identidad y algo tan actual como es la IA y su papel en el mundo hoy en día. Y si bien no está tan desarrollado por un guion muy simple, en el fondo te hace cuestionar muchas cosas.

Tron: Ares es una buena película, no sé si mejor o peor que Legacy, y algo me dice que quizá dentro de varios años se la valore como tal, al igual que en su día le ocurrió a la cinta original y a Tron: Legacy.

Solo puedo decir que esta película da para inicio de una nueva trilogía y ojalá le vaya bien para no tener que esperar otros 20 años. La franquicia de Tron está infravalorada, pero su mundo me parece increíble, además de poder explorar más La Red. Así que haceos el favor e id al cine a verla porque os prometo que no os vais a aburrir, además de tener un gran espectáculo a lo grande.

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