Manuel Jabois va a ser el
mantenedor de la LXVIII Fiesta de las Letras de Tomelloso. Será en nada, pasado
mañana jueves. El que uno de los columnistas más leídos actualmente participe
en la celebración más importante de la Feria de Tomelloso es una circunstancia
feliz que ha levantado gran expectación. Hemos hablado con el periodista y
escritor gallego (Sanxenso, 1978) de la Fiesta de las Letras, los medios de
comunicación, las columnas periodísticas, la literatura o Galicia, La Mancha y
Tomelloso.
Jabois trabaja en el diario El País y la Cadena Ser. Es autor de A estación
violenta, Irse a Madrid y otras columnas, Grupo salvaje, Manu y Nos vemos en eta vida o en la otra.
Actualmente vive en Madrid.
—La Fiesta de las Letras es una seña de identidad de
Tomelloso. Durante cerca de setenta años los tomelloseros hemos celebrado
nuestras fiestas honrando las letras, el arte y la cultura. Es extraño, dados
los tiempos que corren, que perdure, ¿no cree?
—Extraño pero también muy feliz. No ya por lo que
supone para la ciudad un homenaje de este tipo, sino porque se contextualice en
algo festivo, en algo a celebrar. La cultura se celebra, también, y que
Tomelloso lo esté haciendo durante casi 70 años es magnífico.
—¿Se ha presentado alguna vez a los certámenes de la
Fiesta de las Letras?
—No, nunca lo he hecho. Sólo me he presentado a un
concurso una vez, hace ya quince años, y como lo gané he preferido mantener la
racha.
—¿Qué opinión le merecen los concursos literarios cómo
este? ¿Sirven para algo?
—Desde luego que sirven. Para desenterrar talentos,
principalmente. Todos los caminos legales valen para ser leído. El
reconocimiento no le llega a uno a casa, tiene que buscarlo.
—¿Conoce Tomelloso?
—No, no conozco la ciudad.
—Supongo que sabrá que Tomelloso es un raro lugar
donde proliferan escritores y artistas como setas. Incluso nos llamamos “la
Atenas de La Mancha”…
-Eso sí lo sé porque más de un colega se ha presentado
a los certámenes.
—¿De qué nos hablará el próximo 30 de agosto? El
título que ha anticipado el Ayuntamiento es “El papel de la cultura en
los nuevos medios de comunicación y la revolución de los nuevos recursos
literarios en la sociedad actual”, nada menos.
—El Ayuntamiento es muy optimista. Hablaré de lo poco
que sé, que es del periodismo, también de la cultura y su papel ya no en los
medios sino en la prensa local, que es otra cosa que conozco.
—No sé quién dijo —tal vez su admirado Camba— que un
escritor era un periodista que no sabía escribir…
—Como todas las frases que suenan bien, es mentira.
Pero hay cosas fundamentales, como la precisión en el lenguaje, en las que el
periodista —el buen periodista— está por encima del escritor —el mal escritor—.
—Hablando de Camba, usted lleva camino de ser más
famoso y leído que su paisano.
—Si eso fuese verdad, que no lo es, me resultaría
prescindible. Lo que me gustaría, y de eso aún estoy más lejos, es escribir con
la gracia, la soltura y la sencillez de mi paisano.
—¿Se puede decir lo que uno quiera en una columna o
hay que tentarse la ropa antes de enviarla?
—Se puede decir lo que uno quiera, si uno está en sus
cabales, pero encontrando la manera adecuada de decirlo. Siempre sabiendo que
se dirige a un lector adulto, y eso incluye niños.
—Parafraseando a Cela, ¿es la ironía una coraza que
nos libra de todo mal?
—De todo mal no nos libra nada, pero el humor desde
luego ayuda a verlo todo en perspectiva.
—A usted le zurran por todos lados…
—Si me zurrasen sólo de uno me preocuparía. La gente
te zurra y te quiere según el día, la circunstancia y el artículo. Es mejor no
preocuparse por eso.
—¿Con qué está más cómodo, con el artículo o con la
novela?
—Estoy cómodo con lo que sé hacer, y eso es el
periodismo. Los artículos, los reportajes, las crónicas. Eso no quiere decir
que no me vaya a divertir o excitar escribir ficción, pero no al punto de
sentirme cómodo en ello, la verdad. No al menos de momento. Le diría que para
eso me hace falta oficio, pero en realidad me falta todo.
—¿Es Madrid la Jerusalén de los gallegos?
—os gallegos, como usted sabe, tenemos jerusalenes
allá donde vamos, y si algo hacemos es emigrar mucho. Pero si tuviese que
situar un Jerusalén de mi tierra no lo haría en España sino en América.
—Los gallegos y los manchegos nos parecemos más de lo
que se pueda creer. José Luis Cuerda —albaceteño en Galicia— me contaba que
esta tierra hay infinidad de tipos que podrían haber salido de la pluma de
Cunqueiro.
—Yo le recomiendo un artículo memorable que escribió
Juan Cueto en El País, a principios de los 80, que venía a decir que Mondoñedo
no había existido nunca, sino que lo había inventado Cunqueiro. Cuerda, al que
quiero mucho, sabe de lo que habla porque él también ha inventado el mundo en
el que vive.
—Preguntarle por sus proyectos, dada su incasable
actividad, puede ser muy atrevido…
—Desde hace diez años mi único proyecto es ponerme al
día con cosas atrasadas. No ha habido, en esta década, un día en el que no
tenga nada pendiente. Lo cual es bueno y malo a la vez.
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Domingo, 29 de Agosto del 2021
Sábado, 28 de Agosto del 2021
Lunes, 2 de Septiembre del 2019
Jueves, 13 de Febrero del 2025
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