A continuación, nos adentramos en un nuevo apellido con gran arraigo
en la sociedad de Tomelloso: Navarro.
Según la
mayoría de los estudiosos este apellido hacer referencia a su origen en Navarra
y se extendió por la mayor parte de
las regiones españolas desde tiempos muy antiguos. No todas las familias así apellidadas proceden de un mismo
solar y tronco. De Navarra salieron, ciertamente sus progenitores, pero la cuna de algunos de ellos fue
distinta, y como distinto fue también su arranque y el motivo que originó
este apellido.
Otra
hipótesis sitúa el origen de este apellido en la villa de Ejea de los Caballeros
(Zaragoza). Esta villa fue
conquistada a los musulmanes en el año 1108 por el Rey Alfonso de Aragón, y llamándose Ejea se le añadió el complemento “de los Caballeros" por haberla
poblado de caballeros principales de su ejército.
Es aquí, en la referencia que se
hace a "caballeros principales",
donde puede encontrarse el origen del apellido Navarro,
ya que, según algunos autores,
dicho origen provino
de un mote o sobrenombre. Entre los caballeros citados
se hallaban varios naturales de Navarra, por lo que eran conocidos como "los
navarros". Se tiene
constancia del nombre de uno de ellos, Sancho
García el “Navarro” que fue uno de los que se
establecieron en la citada
villa de Ejea de los
Caballeros.
Por tanto, la
versión, de que siendo el apellido Navarro de origen aragonés, es absolutamente correcta,
ya que fue en una villa de la Corona
de Aragón, donde radicó su primitivo solar y el tronco del que
partieron las diversas ramas que fueron extendiéndose por la Península, y esto
no contradice, para nada, la hipótesis de que los primeros que adoptaron este apellido fueron
de naturaleza navarra.
Y
desde esos inicios
diferentes estirpes y diferentes blasones:
Los de Murcia, Lorca, Vera, Granada y Palencia, traen: Escudo
cuartelado: 1º, en campo de plata, media
águila, de sable; 2º, en campo de plata, tres flores de lis, de azur, bien
ordenadas; 3º en campo de oro, una
banda, de gules y una cadena de azur, puestas en orla, y 4º, en campo de plata,
un león rampante, al natural.
Otras
sagas navarras: En campo de azur, un puente de oro, de tres arcos. Bajo la
arcada central, tres rocas de plata
(otros opinan que dichas rocas, son al natural), y en jefe, una cabeza de Rey
moro, ensangrentada.
Los
Navarro de la ciudad de Pamplona y los de la villa de Melida (Navarra): En
campo de azur, dos lobos de oro
andantes y puestos en palo. Bordura de gules separada del campo por un filete
de oro y cargada de ocho sotueres de
oro. Estas armas también se asignan a miembros de este apellido en Andalucía, Ocaña y otros puntos de la
MANCHA.
Los "Navarro" de la villa de Fustiñana (Navarra): En campo de oro, tres bandas
de gules
Los del Valle del Roncal y otros lugares de Navarra:
En campo de azur, las cadenas de Navarra,
en oro.
Son éstos sólo unos cuantos
ejemplos de las más de tres decenas
de escudos que podemos
relacionar con el apellido Navarro.Y es numerosísima la lista de los
miembros que probaron su nobleza y limpieza de sangre ante las órdenes
de Santiago, San Juan, Calatrava, Montesa, Carlos III y Real Compañía de Guardias
Marinas.
Acercándonos
a nuestra comarca tenemos la presencia de los hermanos Félix, Juan y Martín
Navarro de Vereterra
y de Rivera que, a mediados del siglo XVII, eran Caballero
de la Orden de San Juan y ejercieron como Regidores Generales de
Valladolid y Madrid.
En la
localidad de Tomelloso tenemos personajes apellidados Navarro desde la
fundación de la localidad allá por el
siglo XVI. Así entre los fundadores tenemos a un padre y a su hijo, Alonso
Navarro “el Viejo” y Alonso Navarro “el
Mozo”. De estos dos personajes ya hay referencias en el sitio del Tomelloso
en 1530 y su actividad social fue
muy relevante: ambos fueron Mayordomos de la Cofradía
de Nuestra Señora de la Asunción (1565) y
desde ese cargo solicitan “poder administrar los Sacramentos de la Iglesia”
(1579). Otro Alonso, posiblemente un descendiente de los
anteriores, fue bautizado
en 1544.
En el siglo
XVIII (1771) nos encontramos con Francisco Navarro y su mujer Ramona López que aparecen como testigos en la investigación
que el Santo Oficio de la Inquisición realizó en Tomelloso ante las “sanaciones increíbles” que la
tomellosera Josefa Izquierdo realizaba en la localidad.
Y en 1755
observamos al matrimonio de Luisa Navarro y Bernardo Cañas, ambos de Tomelloso, pero que bautizaron a su hijo Juan Rafael
Cañas Navarro en los primeros días del mes de noviembre, en Socuéllamos.
En el
Catastro del Marqués de Ensenada, a mediados del siglo XVIII, vemos en
Tomelloso a José Navarro que paga 42
reales por el arriendo de una viña de Agustina Ramírez. Como propietarios de
casas tenemos a R. Navarro que en la
calle de Roque tiene una casa y a Juan Navarro que la tiene en la calle Nueva del
Altillo, en ambos casos la utilidad de dichas casas era de 110 reales.
También nos encontramos a Miguel Navarro
de Nieva, agrimensor y “perito del lugar del Tomelloso”.
En 1790
tenemos a Ramón Navarro, que junto con otros convecinos como eran Francisco
Serrano, Juan José Serrano alias
“Chalo” o Juan Pimienta Chinela llevaban carros de leña que descargaban “en diferentes fábricas”
En octubre de
1815 tenemos el nacimiento de Sergio Navarro Aguado, hijo de Juan y de
Valentina. Casó con María Josefa Gutiérrez
Pereda, con la que tuvo cuatro hijos: Rafaela, Concepción, Ramiro y Petra Navarro Gutiérrez.
De 1836, hay
referencias de su expediente académico como
Cirujano de 3ª clase, que equivalía a lo
que hoy entendemos por practicantes, aunque también popularmente se les conocía
como sangradores. Hay que reseñar
que la entrada al Colegio de Cirugía de San Carlos, antecesor de la Facultad de
Medicina de la Universidad, no era
sencilla, y. muchos tenían que certificar que procedían de buena familia. Así ocurrió en el caso Sergio Navarro Aguado,
que para ser admitido tuvo que presentar una “certificación de buena conducta”.
Gracias, una
vez más, a las valiosas aportaciones de Rafael Olmedo Pérez, podemos completar estos estudios con más datos de los
personajes que lo ocupan. Como muestra la siguiente historia referida a Sergio Navarro Aguado y que Rafael
conoce gracias a los recuerdos de la abuela de su mujer (Doña Victoria Navarro Díaz-Alejo). Según le
contaba esta mujer, a Sergio Navarro al ser movilizado para cumplir el Servicio Militar, o reclutado en la
Primera Guerra Carlista, le hicieron ayudante de un alto grado militar, general o coronel, que residía en Madrid. El joven cayó en gracia a la familia del
militar que no tenía hijos, pero muy
buena posición social y económica y, sin adoptarlo, lo trataron como a un hijo,
primero le dieron estudios y luego “le buscaron un buen matrimonio” con
María Gutiérrez de Pereda (1821-1897), natural del Valle de Carranza
en Vizcaya. Durante
un tiempo Sergio Navarro trabajó en la Sanidad Militar.
Sergio
Navarro y María Gutiérrez tuvieron cuatro hijos: Rafaela, Concepción, Ramiro y
Petra. Rafaela Navarro Gutiérrez se casó
con Cristóbal Amores Baltanás, Conde de las Navas de Amores, originarios de las Peñas de San Pedro
(Albacete), padres de Pedro Amores Navarro, casado con Dolores López de
Haro Maza de Lizana, natural de Chinchilla de
Montearagón.
Como apunte
anecdótico, señalar que el
anteriormente nombrado Sergio Navarro Aguado nacido en Tomelloso y que se
asentó Madrid, tenía por nombre
completo Juan Francisco Sergio y
estaba domiciliado en la capital de
España en la calle Fuencarral número 20 en el piso segundo izquierda. Fue Caballero de Gracia de la Ínclita Orden de
San Juan de Jerusalén y Comendador de Número de la Orden de Isabel la Católica, siendo considerado como “persona con fortuna y buen liberal”. La anécdota de su domicilio radica en que dicha dirección
vivió durante once años (1854-1865) la tomellosera Doña Crisanta Moreno Martínez, personaje ilustre de
Tomelloso, que fue llevada a Madrid por Sergio Navarro para que cuidara a sus hijos, y donde permaneció
hasta su primer matrimonio con Antonio Pardo Borja. En la esquela
del fallecimiento de Doña Crisanta, Sergio Navarro Aguado
aparece como tío de la fallecida.
En diciembre
de 1891, el Pleno del Ayuntamiento dio el nombre de Sergio Navarro y Aguado a
la que anteriormente se
denominaba Calle Esperanza.
Un hermano de
Sergio Navarro fue Ramón Navarro Aguado, nacido en 1812. Se casó hacia 1840 con la tomellosera Tomasa López y tuvieron como hijos a
Manuel Navarro López y a
Ángela Navarro López
(nacida en 1848).
Manuel
Navarro López se casó hacía 1865 con Celestina Madrigal González y como
descendencia los siguientes cuatro
hijos: Cándido Ramiro Navarro Madrigal (1866-1920) casado con Teófila
Marquina Moreno y padres de Ramiro,
Manuel, Teófila, Salvador y Cayo Navarro Marquina; Victoriano Navarro Madrigal (1868-1952) casado con
María Díaz-Alejo López-Ortega padres de Victoria Navarro Díaz-Alejo; Ramón Navarro Madrigal (1869)
casado con Casta Benito Paulet y Ángela Navarro Madrigal (1876-1949) casada
con Julio Sánchez Grande y
padres de Alejandro y Herminia Sánchez
Navarro. Muchos son los descendientes de estos Navarros
tomelloseros que siguen asentados en la localidad y otros muchos diseminados por
la geografía nacional. A continuación, hago un paréntesis en el orden cronológico y expongo a dos
de ellos por lo curiosas
de sus biografías.
El primero es
Manuel Navarro Marquina, hijo de Cándido y Teófila, que se casó con Ángela
Salido de Alcázar de San Juan. Uno de
los hijos de este matrimonio es Manuel Navarro Salido, nacido en Albacete en 1924 y que falleció por Covid
en abril de 2020. Su padre, de profesión mayorista de pescado, tenía una relación
muy estrecha y allí le llegó a Manuel la afición taurina.
Tomó la alternativa en Valencia
el 5 de Julio de 1947. En su
carrera alternó con Manolete y muchas figuras en las más de cien corridas que toreó en Europa hasta que comenzó a
torear fuera de España en Venezuela, Colombia, México, haciendo también campaña en las colonias portuguesas africanas
como Mozambique y recuperando el toreo en Filipinas en un exitoso abono celebrado en Manila en 1955.
Una vez retirado volvió a España para dedicarse
al negocio del taxi y de la imprenta taurina
hasta su jubilación, en los años 90, que fue cuando volvió a este rincón para vivir en Jerez de la Frontera y con su familia
de Cádiz donde celebró sus 40 años de
alternativa en 1997.Otro
descendiente de los Navarros Tomelloseros con una curiosa biografía es Ramón
Montero Navarro, hijo de Elías
Montero Ruíz (natural de Villarodrigo –Jaén-) y la tomellosera Victoria Navarro
Díaz- Alejo. Nacido en Tomelloso el 7
de enero de 1930, de niño sufrió una caída de caballo y al poco tiempo se le detectó el “mal de Pott” (artritis
tuberculosa que afecta a las articulaciones de la columna vertebral) y permaneció escayolado hasta su muerte. En
la localidad fue popular entre sus convecinos y muchos manifestaron haber recibido gracias mediante la intercesión del
muchacho extendiéndose la fama de Santidad del mismo. Falleció el 2 de febrero
de 1944 a los 14 años de edad. Unos personajes importantes de la
sociedad tomellosera en el salto del siglo XIX al XX fueron los hermanos Juan José y Severo Navarro
Rodrigo, hijos de José María y María
Josefa (además de Juan José y Severo, tuvieron
otros dos hijos Lucio y
Benito)
Juan José
Navarro nació en 1858 y contrajo matrimonio con Lucía Giménez Lara y tuvieron
dos hijos Victoria y Julio Navarro Giménez. Falleció en 1922 en la calle Ave María.
Este
personaje era médico de profesión, con su consulta particular y además
asistiendo a los enfermos de
Beneficiencia. Fue alcalde de la localidad tomellosera en dos ocasiones: la
primera de septiembre de 1911 a
noviembre de 1913, la segunda de enero de 1915 a enero de 1918. En su memoria el Pleno
del Ayuntamiento puso su nombre
a una calle en diciembre de 1963.
Severo Navarro
nació en 1860. Contrajo matrimonio con Jacinta Burillo
y falleció en 1944, en la calle
San Francisco número 3.
Al igual que
su hermano, Severo Navarro también fue Alcalde del Consistorio tomellosero en
dos ocasiones: la primera de
noviembre de 1902 a junio de 1903, y
la segunda de noviembre de 1909 a diciembre
de 1909 (tan sólo dos meses). En su memoria el Pleno del Ayuntamiento puso su
nombre a una calle la localidad en
diciembre de 1963, en la misma fecha de la concesión del nombre su hermano Juan José a
otra calle
De la descendencia de estos dos hermanos “alcaldes” diremos que Juan José Navarro
Rodrigo tuvo siete hijos:
Justo, Victoria, Sixta, María Jesús María Josefa, Encarnación y Julio Navarro
Jiménez. Justo (1882-1959) se casó con Felipa López Arteaga y
tuvieron por hijos a Lucio, Lucía y Carmen. Lucio Navarro López fue uno de los más conocidos corredores de vinos
de Tomelloso, siempre iba en bicicleta y usaba
una boina de tamaño considerable que le daba sombra como un sombrero. María
Josefa (1900- 1944) estuvo casada con Felipe Cepeda
Jiménez.Sergio Navarro Rodrigo se casó con Jacinta Burillo y de este enlace
nació Benito Navarro Burillo quien a
su vez se casó con la tomellosera Ángel Alberca Lara y tuvieron seis hijos:
Severo, Jacinta, Mariano, Flora, Ángel
y Benito Navarro Alberca.
Del último cuarto del
siglo XIX tenemos, en la sociedad
tomellosera, a una mujer apellidada Navarro, procedente de la localidad
albacetense de El Bonillo. Se trata de Rita Navarro que fue la esposa de José
María Cepeda Carraza, alcalde Tomelloso.
Ya en el
siglo XX, en el marco de la Guerra de Melilla tenemos presencia de tomelloseros
en el norte de África. Así el 9 de
Julio de 1909 se iniciaron una serie de combates donde los rifeños atacaron el enclave de Nador. Después de unas horas de
enfrentamientos de artillería el ejército español consiguió controlar la zona. En las tropas españolas
hubo un muerto (el Teniente Salcedo) y más de una veintena de soldados. Uno de ellos fue
Marcos Zora Navarro,
de la Brigada Disciplinaria, “herido en el hombro izquierdo
leve. Es natural de El
Tomelloso (Ciudad Real)”.Y
siguiendo con los Navarro de Tomelloso como no parar en Víctor Peñasco
Castellana, el que falleció en el
Titanic. Aunque nació en Madrid sus bisabuelos eran los tomelloseros Patricio
Moreno Olmedo y Gregoria Martínez
Navarro, padres de doce hijos (entre ellos María Moreno Martínez abuela del malogrado
Víctor Peñasco).
Nacido a
primeros del siglo XX tenemos a Eugenio Navarro Usero, esposo que fue de Juana
López Cañas, una de las mujeres más
emprendedoras de la historia tomellosera del siglo XX. Eugenio Navarro murió prematuramente
en 1946.
De mediados
del siglo XX, tenemos a Ángela Navarro Valladolid, que nació en Tomelloso en
1947. Tiene una peluquería muy
afamada en Madrid. Esta tomellosera creó una Fundación para ayuda a mujeres que sufren caída del pelo por tratamiento contra el cáncer.
También a
mediados del siglo XX, en concreto en febrero de 1951, nos encontramos con
Emiliano Navarro como firmante, junto
con otros vecinos, de la propuesta para poner el nombre de Calle San Bernardo
a la travesía de la calle Sancho Panza a la de la calle Topete.
En el
recuerdo de nuestras más mayores, la multitud de negocios en la segunda mitad
del siglo XX con un Navarro en su
gestión. Por ejemplo, en la Calle Alfonso XII el peluquero Jorge Navarro o el guarnicionero Alejandro Navarro; o en la
calle la Paloma (actual calle Pintor López Torres) la fábrica de hielo de
Mariano Navarro.
En 1968 el
Ayuntamiento local puso en marcha un proyecto para la construcción de un Bombo
y convertirlo en pieza del museo,
siendo encargado a Pablo Moreno, considerado “maestro” en el trabajo de la piedra seca. En su labor utilizó
más de 2.000.000 millones de piedras, hábilmente dispuestas unas sobre otras sin argamasa alguna entre
ellas. En la edificación de esta construcción emblemática, que hoy podemos contemplar en el Museo del Carro,
también participaron Lucio Morcillo y José Navarro alias “Mantellina”. Este
bombo fue inaugurado el 20 de Octubre
de 1970.
Y, casi
terminando, mi recuerdos para Santos López Navarro y Francisco J, Navarro Ruíz
cuyas publicaciones han sido y son un
perfecto referente para conocer la idiosincrasia de una ciudad como Tomelloso Del primero “Aperos del campo que hicieron historia”, “Breve historia de la Virgen
de las Viñas”, “Tomelloso y sus
cuevas”, “Tomelloso, apuntes para su historia”… y del segundo “Crisis
económica y conflictividad social. La
segunda República y la Guerra Civil en Tomelloso” (1930-1940)” se han convertido en libros de cabecera para conocer más de la historia de este lugar.
Y como término de este estudio
sobre los Navarro
de Tomelloso, como no mencionar
al “magnífico” Francisco Navarro Navarro el “gasolinero”. Un gran amigo al que le debo su confianza y ofrecerme, sin apenas conocerme, su
plataforma para poder hacer públicas mis investigaciones y demás desvaríos.
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Viernes, 9 de Mayo del 2025