José Pozo Madrid es el ganador del
Premio de Poesía José Antonio Torres 2022 de la Fiesta de las Letras con “Fuera
de madre (cóctel de esdrújulas)”. Es la segunda vez que se hace con el
prestigioso galardón de la Fiesta de las Letras, un certamen en el que también
ha ganado tres veces el Premio Local Ángel López Martínez. El poeta ha obtenido
varios e importantes premios como el XXVIII Premio Gerardo Diego de poesía de
la Diputación de Soria con el poemario “Extravagante” o el XLIX Premio Nacional
de Poesía de Reinosa con “Sesión funambulista”.
El periodista queda con el escritor
cinco años después. La vez anterior fue con ocasión del Premio Local de Poesía
y nos tomamos un café. Esta vez compartimos un aperitivo y una, como siempre,
deliciosa charla. Poco ha cambiado Pozo en este lustro, sigue siendo igual de
tímido, modesto y huidizo y le sigue costando el mismo trabajo hablar de él. Aún
así demuestra su gran humanidad y su pasión por la poesía y por la gente.
Nos encontramos en la Posada de
los Portales y juntos admiramos la gran exposición colectiva “Arte. Palabra y
vida” que engalana con obras de artistas tomelloseros la primera planta del
emblemático edificio. Bajo un sol de justicia nos encaminamos a un recurrente
bar. Optamos por pasar al interior, en la calle no hay quien esté.
—Cinco años después nos
volvemos a encontrar y parece que haya pasado un siglo, como ha cambiado todo,
¿no?
—La verdad es que sí. Han pasado
muchas cosas en este tiempo. Malas en su mayoría… Lo peor es que nosotros somos
cinco años más viejos. La actualidad, independientemente de que esté mejor o
peor, si nos empeñamos la podemos mejorar, pero el paso del tiempo es
irreversible.
—Con las situaciones tan
traumáticas que hemos padecido en este tiempo parecía que íbamos a aprender a
ser mejores personas y no está pasando, ¿no cree?
—No me parece justo generalizar,
supongo que sí hay gente a la que estos años aciagos han enseñado cosas, sobre
todo a quienes peor lo han pasado. Estoy seguro de que a muchos estas situaciones
les van a hacer mirar el mundo y la vida de otra forma.
—¿Su poesía ha cambiado en
este lustro?
—No sabría decirle… Creo que no
tengo un estilo definido; todavía no he encontrado eso que se llama la “voz propia”.
Sigo en el camino y la verdad es que me encuentro a gusto en esta búsqueda. Lo
que sí creo es que ningún poema se parece demasiado al anterior. Si alguien que
se hubiese entretenido en leer mi obra no me reconocería por el estilo. Yo, al
menos, no me reconozco.
—Al menos se sentirá poeta…
—No, no me siento poeta. Cuando
escucho o leo a los poetas que admiro, casi siempre abordan temas de interés
con una profundidad que me conmueve, y no es mi caso. Yo me veo más como un
auténtico impostor en esto, un fraude, vaya. Lo que de verdad me siento hasta
la médula es tornero fresador. Ese es mi oficio. Ahí sí me reconozco.
—El título de los poemas con
los que ha ganado el Premio José Antonio Torres, “Fuera de madre”, va un poco
por ahí, ¿no?
—Habla un poco de la catástrofe
que parece que se nos viene encima. Es una especie de cronología futurista de
lo que no tendría que pasar. Aunque al final parece que se ve cierta esperanza
en el último poema.
—¿Cuántos poemas componen la
serie que ha presentado?
—Son cinco y los he llamado “Fuera de madre (cóctel de esdrújulas)” porque el título de cada uno de ellos
es una palabra esdrújula. No obstante, no
me gusta explicar los poemas, creo que eso lo debe hacer el lector después de
leerlos.
—¿Le sigue emocionando que le
llamen para comunicarle que ha ganado un premio?
—Mucho, claro que sí. Y más en un
certamen como este, en tu pueblo y con un jurado tan excepcional. Además, es un
premio, el José Antonio Torres, al que me consta que se presentan muchos
autores de toda la geografía nacional
—¿Ha ganado más premios en
este tiempo?
—He conseguido algún galardón
modesto, a un solo poema. He presentado algún libro que tengo escrito, incluso
al Eladio Cabañero, donde quedé finalista. Y seguiré presentándome a cualquier
premio que me parezca interesante y conlleve publicación, aunque entiendo que a
estos premios se presentan autores de mucho nivel y es complicado sobresalir.
—¿Tiene mucha obra escrita?
—Pues para dos libros como mucho.
Escribo muy poco, repaso y corrijo mucho… Envidio a quien dice que escribe
medio libro en una noche. Le doy muchas vueltas a todo lo que escribo, quizá
demasiadas. Espero que lo que haga no sea estropearlo más.
—Sigue usted sin moverse nada por
los cenáculos literarios…
—Es verdad… Pero tampoco crea que
me llaman mucho, no me hace falta cancelar los encuentros. De todas formas,
tiene mucho que ver con mi forma de ser, tengo un carácter introvertido. Es un
defecto que ya, a esta edad, no me encuentro con decisión para superar, pero da
mucha rabia porque te pierdes el contacto con la gente y todo lo que te puedes
enriquecer con la experiencia.
—A muchos artistas el
confinamiento les ha servido para crear más obra, dado el recogimiento y la
introspección. También ha valido para que mucha gente corriente exponga sus
sentimientos a través de las redes, ¿qué le parece esa circunstancia?
—Puede ser, muchas veces la
tragedia es una fuente de inspiración. A mi juicio, la actualidad de estos
últimos meses, o años incluso, ha sido demasiado inspiradora. En mi caso, no ha
surgido efecto el drama, sigo escribiendo poquito a pesar de todo. Debe ser que
soy un poco vago.
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Lunes, 5 de Septiembre del 2022
Domingo, 4 de Septiembre del 2022
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Sábado, 21 de Diciembre del 2024
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