Según los estudiosos de heráldica,
el origen de este apellido hay que buscarlo en las cercanías de Laredo (Santander) de donde se extendería
por el resto de Castilla.
Existen dos escudos de armas para
este apellido. El primero, y principal, trae en campo de plata, un peral de sinople, frutado de oro, y dos lobos de sable
empinados a su tronco, al que están
atados por una cadena de hierro. Hay otro, de una estirpe más concreta de este
apellido que en campo de plata presenta seis grajos, de sable,
picados, de gules, bien ordenados.
Estamos ante uno de los apellidos que no forma parte de las
familias tomelloseras con una importante
trascendencia social en los siglos XVI y XVII; y su devenir histórico en la
localidad comienza en el siglo XVIII
consolidando una importancia social que nos llega hasta la actualidad. Nuevamente con la colaboración de Rafael
Olmedo Pérez damos forma a algunas de las sagas que con este apellido
han estado asentadas en la localidad.
A finales del siglo XVIII, en abril de 1793, siendo el cura de la
localidad Don Francisco Tomás García,
se personaron María Antonia Perales
y Alfonsa Serrano,
viudas de Gabriel
Sánchez y Ramón Silvestre, ante el familiar del Santo Oficio de la
Inquisición Don José Antonio Cepeda,
para declarar ante el temor de verse implicadas en un acto de de superstición.
En concreto, manifestaron que había
oído a María Vallejo decir que su marido, Félix Morales, “tenia consigo una hostia
consagrada que le había dado una mujer afirmando que trayendo consigo esta reliquia no le sucedería nada malo por los caminos”.
Aunque su influencia en Tomelloso no fue grande existe un título
nobiliario, el Marquesado de Perales,
que sí tuvo una gran importancia económica en localidades vecinas como Alcázar
de San Juan, Manzanares o Herencia.
El Marquesado de Perales, fue un título creado por el rey Felipe V y dado a Doña Antonia de Velasco
y López de Moreda en San Ildefonso el 24 de septiembre
de 1727. Esta mujer se casó con Don Ventura Fernández de Pinero Rodríguez de Ubierna siendo los ascendentes de un
linaje que consiguió un gran poder económico por todo el reino.
Los siguientes Marqueses de Perales que tuvieron alguna
importancia económica en la comarca fueron:
Ventura Antonio Fernández-Pinedo Velasco (de 1749-1789), José Miguel Fernández-Pinedo González-Quijano
(1789-1808), Antonio Fernández-Durán Fernández-Pinedo (1808-1833) y Manuel Fernández-Durán Pando (1833-1854). Con la
desamortización perdieron todos sus privilegios,
expropiaron sus propiedades y desaparecieron del panorama
económico.
Sus ganancias no estaban, casi siempre, en la explotación directa
de las propiedades sino en el
arrendamiento continuado de las mismas a la mano de obra que pudiese pagar las
rentas que el señor determinase.
Como ejemplo, en Herencia, en 1789 el Marqués de Perales era
propietario de 1160 cabezas de ganado
lanar (el segundo propietario local), en 1806 era el hacendado que más tierra de regadío tenía, en 1807 era uno de los
dueños de los 11 molinos harineros de Herencia y además era “gran productor
de cereales, uno de los mayores propietarios de ganado lanar y dueño también de varias huertas y
viñedos”.
A comienzos del siglo XIX tenemos un personaje singular de la
sociedad tomellosera del momento. Se
trata de Juan José Perales Huertas, conocido como el “Abuelo Cuentas”, que se casó
con María Josefa Moreno Morales (1810-1923). De este matrimonio nacieron seis
hijas (y ningún varón). En aquellos
tiempos los hijos varones eran los que participaban junto con el padre en las tareas del campo, por lo que Juan José Perales
escuchaba constantemente los comentarios de sus paisanos recordándole la “mala
suerte” de no haber tenido
ningún varón:
—Juan José, ¡qué pena que no tengas ningún chico que te ayude.
¡ Pero él siempre respondía:
—Yo soy muy feliz con mis chicas,
a mí no me digáis nada de eso que yo “mis cuentas me hago”.
Esta
respuesta se hizo popular y fue
la base del apodo popular que recibió.
Esas
seis hijas fueron: Valentina Perales Moreno, casada con Juan José Serna
Jiménez y padres de Concepción,
Juan José, Julia, María y María Francisca Serna Perales; María Jesús Perales Moreno; María Francisca
Perales Moreno, casada con Ángel López Lara y padres de María Jesús, Asunción, Juan José Antonio y Gracia López Perales;
María Josefa Perales Moreno, casada
con José Olmedo Román y padres de Teresa, José María, Florentino, Carmen y Juan Antonio Olmedo Perales; Anastasia
Perales Moreno, casada con Justo Serna Jiménez y padres de Eufemia, Esperanza
y María Josefa Serna Perales y,
finalmente, Gracia Perales Moreno, casada
con Gregorio Cañas Huertas y padres
de Dolores, Ángela y Antonia
Cañas Perales.
Y
siguiendo con siglo XIX, nos encontramos al tomellosero Santos Torres Perales
como inscrito de la Facultad
de Farmacia (1864) en la Universidad Central de Madrid.
Este
personaje, había nacido en la localidad en 1848, siendo hijos de Francisco
Antonio Torres Cepeda (1811-1887) y
Ángela María (1816-1876). Fue alcalde en dos ocasiones (1878- 1881) y (1883-1887) y contrajo matrimonio
con María Paz Quirós Carranza (1849-1918). Santos y Mª Paz Tuvieron dos hijos: Flora e Ismael, ejerciendo este último como Aparejador Municipal.
Hermanos
de Santo fueron Rosario Torres Perales (1847-1934), casada con el médico Juan José Moreno Rodrigo, y Moisés Torres
Perales (fallecido en 1912), casado con Concepción López López-Ortega.
A
mediados del siglo XIX, en la lista de electores de Tomelloso tenemos a José
Eulogio Perales, casado con María
Anastasia Huertas y padres
de Juan José, Juana y Maximina.
La
descendencia de estas dos hijas fue: Juana Perales Huertas (1833-1891) casada
con José Moreno Morales (1837-1892)
fueron padres Faustino, Anastasia, María y María Josefa Moreno Perales; y Maximina Perales Huertas (1836-1889), casada
con Rufino Jiménez Parra fueron padres de Rufino, Julián, Pedro, Florentina
y Juan José Jiménez Perales.
Otros Perales con el derecho a participar en las elecciones del
momento eran: Juan Lara Perales de Tomás (con domicilio en la calle Independencia) y Tomás Perales
Sánchez.
Un
acontecimiento que impactó en la sociedad tomellosera a comienzos del siglo XX
tuvo en uno de los protagonistas el
apellido Perales. Tras una serie de robos, en febrero de 1901, en unas casas de campo fueron detenidos tres
vecinos de la localidad sospechosos de los mismos (José Cruz Peinado Herreros, Francisco Eladio Cobo Lara y Juan
Cobo Martínez).. Sin embargo, pese a
ser condenados a tres años de prisión en el Penal de Ceuta luego se comprobó
que estos tomelloseros eran inocentes
siendo liberados en diciembre de 1904. Pues bien, los robos que dieron lugar a estos sucesos se produjeron
en las casas denominadas “La Cascarilla” siendo propiedad
de Indalecio Perales y su madre Doña Ramona
Díaz.
Nacido
en 1876 tenemos a un personaje muy importante en la sociedad tomellosera del momento, se trata de Don José María
Perales Ortiz, hijo de Antonio y Nicolasa. Siendo muy joven creó una empresa de venta y
comercialización de vinos denominada “Bodegas de Santa María y San Antonio” en el actual Barrio de San
Antonio. Desde entonces tuvo una gran importancia en la actividad local como cosechero e industrial, y además con un
gran peso político. Fue Teniente Alcalde
en 1929 participando en la proclamación de la Segunda República en 1931.
También ocupó la Alcaldía de forma provisional, durante tres meses,
con la dimisión del alcalde
Don Urbano Martínez. Además,
perteneció a los Comités Provinciales de grandes políticos de la época como Miguel
Maura o Melquíades Álvarez.
Don José María Perales falleció en
septiembre de 1949. Unos años antes, el 27 de junio de 1934, por acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Tomelloso se
había puesto su nombre a una calle en la localidad
que anteriormente era denominada Travesía de Sancho
Panza.
De la actividad vínica desarrollada por este tomellosero tenemos un magnífico
vestigio en la bodega y cueva de la familia Perales
en el Paseo de San Isidro de Tomelloso. José María Perales fundó la bodega en
el año 1900 y la cueva se hizo unas décadas después en 1929. Actualmente en la parte de arriba se
conservan las primitivas tinajas de barro y en la de abajo son de cemento.
En la “Guía de Tomelloso” editada
en 1915 nos encontramos como Exportador de Vinos a Don Juan Antonio
Peinado Perales y dentro de las Bodegas
la de “Perales y Fernández”.De
mediados del siglo XX, la memoria de esos hombres que, como estraperlistas “de supervivencia”
traían comestibles, a lomos de sus bicicletas, desde Jaén para que los
suyos pudiesen comer. De estas
experiencias tenemos el libro “Una tierra
por vencer” del tomellosero Tomás
Perales Benito, donde narra las peripecias como estraperlista de la particular “banda” formada por los tomelloseros Tomás Perales Román
junto a los hermanos Julián y Crescencio “los gorrinillas”.
En este siglo XX nos encontramos
con un tomellosero con una importante actividad social en la localidad muy relacionada, entre otros aspectos de la vida
municipal, con la actividad taurina local
del momento y que tuvo entre sus principales logros conseguir la aprobación de
una nueva Plaza de Toros en Tomelloso
(año 1972). Se trata de Don Antonio Perales
Ortiz (nacido el 1 de diciembre de
1902), hijo del detallado anteriormente bodeguero José María Perales, del que,
a mediados del siglo XX ya se hace
eco la prensa provincial cuando el 22
de Septiembre de 1951, el Diario
Lanza, muestra un escrito presentado por este personaje descrito como “un gran aficionado taurino y Presidente de la
recién creada Peña Taurina”.
Ese escrito, bajo el título de “Anhelos de Tomelloso”, expone la razón
de ser de la recién creada Peña
Taurina y que a modo de resumen indica que es “animar el espíritu que bien precisamos, en esta nuestra
querida Patria chica, y con ello,
ver el medio de constituir un numeroso grupo
de señores de responsabilidad moral y material,
con el solo fin de reconstruir este ruinoso y decano coso taurino”. Así
con el objetivo de construir un nuevo coso taurino solicita el apoyo de “muchos aficionados que aman y quieren con inmenso espíritu taurino
nuestra fiesta” confiando en la
cooperación social y económica de los mismos para conseguir “enaltecer con pleno embellecimiento nuestras
honorables ferias tomelloseras”.El compromiso de este tomellosero fue tal que la prensa provincial siguió de forma exhaustiva todo lo concerniente al proyecto de la construcción del nuevo coso.
Tuvieron que pasar algunos años hasta que la Nueva
Plaza de Toros fuera una realidad, pero sin el esfuerzo denodado de Antonio Perales y
aquel “puñado de hombres de buena
voluntad” que constituían la Peña Taurina
no hubiera ido posible.
Fallecido en 1969, no pudo ver el nuevo
coso terminado ya que éste fue inaugurado en 1972.
No hay por menos que seguir con
esta saga familiar, pues un hijo del citado Antonio Perales (casado con Anastasia Ramírez Caba) es Don Luís Perales
Ramírez. Nacido en junio de 1939, se
caracteriza por haber llevado a cabo una intensísima vida social que le ha
llevado a ostentar la presidencia en
diferentes asociaciones con el vínculo común de gestionar recursos y servicios para las personas con
discapacidad. Como muestra, su labor como presidente de AFAS (Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad), desde
1978. Además de esta
destacable labor en entidades de integración y normalización social hay que
unir el ostentar las presidencia de de diferentes cooperativas (Sertyman o Cogama),
estar vinculado en los orígenes
de Vinícola de Tomelloso, así como ser presidente, en 2013, de la Fundación
Cadisla (un centro especial de empleo donde un alto porcentaje de la plantilla
son personas con discapacidad) .
En la siguiente generación de esta
saga familiar nos encontramos con Don Luís Antonio Perales Casajuana (hijo del anterior Luis Perales y de Josefa
Casajuana), abogado de profesión y actual
Presidente de la Peña Taurina de Tomelloso. En este 2022, desde la presidencia
de la peña, se están desarrollando
los actos conmemorativos de los 50 años de la inauguración de la actual Plaza de Toros de Tomelloso.
Otra rama de esta estirpe de los
Perales, como término de este paseo histórico del apellido en Tomelloso, es la de Antonio Perales
Ramírez (hijo y hermano de los ya mencionados Antonio Perales y Luís Perales, respectivamente). Este tomellosero,
nacido en 1941, ha ejercido como enólogo,
corredor de comercio, profesor, notario… y en su facera literaria ha publicado
los libros “El palabrero tomellosero… y algo más”, “Retazos de vida” y “Obras casi
completas”. Casado con Gorita
López Sánchez, han tenido nueve hijos. Una de sus hijas, Eloísa Perales López,
desde hace unos años desarrolla un
proyecto de producción ecológica en un enclave histórico del término
municipal tomellosero, “Las Balsillas”. Así en la denominada “Granja La Barja” se establece
el compromiso de expandir los valores sostenibles de una educación ecológica a
la sociedad a través de la naturaleza
de sus productos. Una hermana de Eloísa, Ana Perales, es la autora de las fotos de la bodega familiar
que ilustran esta monografía.
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Viernes, 9 de Mayo del 2025