Seguimos adentrándonos en las sagas tomelloseras que han forjado la historia de la localidad durante
siglos. El siguiente apellido que vamos
a estudiar es: Rodrigo.
Se trata de un antiguo apellido
patronímico tomado del nombre propio Rodrigo, que etimológicamente
es de origen germánico, cuyo significado es "rico
en gloria, muy glorioso". Hay que
recordar que Rodrigo fue el nombre del último rey visigodo.
Según los primeros estudios
heráldicos este apellido tiene origen aragonés, surgiendo en un antiguo palacio en el lugar de Pozán de
Vero, perteneciente al partido judicial de Barbastro (Huesca). Sus Señores
y descendientes, portadores del apellido Rodrigo
aparecen como legítimos
infanzones (miembro de la nobleza
que combatían a caballo junto a su Rey), desde el siglo XIII.
En el año 1324, era Señor y
poseedor del casal-palacio del ya citado lugar de Pozán de Vero, Domingo Rodrigo, quien probó su
infanzonía ante la Justicia de Aragón en el reinado del Monarca aragonés Don Jaime II.
Desde este lugar este linaje se
extendió por todas la geografía surgiendo estirpes de este apellido con diferentes armas (hasta 14
escudos podemos ver en la heráldica hispana). . Las primitivas armas de este apellido fueron: En campo de gules, un
aspa de oro, acompañada de cada
hueco, de una flor de lis de plata. De los Rodrigo que se extendieron por
Castilla sus armas eran: en campo de
oro, cuatro bastones de gules; bordura de azur, con ocho cruces de Jerusalén de plata. Otros, extendidos por nuestra
comarca llevar en oro, tres hojas, de vid, de sinople, puestas en faja.
Los primeros referentes de este
apellido en la sociedad tomellosera lo tenemos en el siglo XVI donde además del edificio de la Casa
del Pósito o “de la Tercia” tenemos
la “Casa de los Rodrigo” (que corresponde con la actual Posada de los Portales). De aquella se sabe la existencia
de grandes corrales y de una chimenea que rememora otras construcciones de este tipo ubicadas por las diferentes rutas
de trasiego ganadero de la Mesta.
De estos inicios del asentamiento poblacional en el lugar del Tomelloso
tenemos la fundación de la Capellanía de la Vera
Cruz, fundada por Juan Rodrigo de Lara, que llegó a tener más de 550i fanegas en el “Camino de las Carrascas”. Las
capellanías eran adscripciones de bienes
a la administración religiosa con la obligación de servir para al cumplimiento
de misas u otras obras piadosas.
Gracias a las excelentes
aportaciones de Rafael Olmedo, a partir de los apuntes de Don Félix, nos encontramos con el inicio de
una estirpe de apellido Rodrigo en Tomelloso a principios del siglo XVII (de apodo local
“arrecíos”).
Así Pedro Rodrigo, nacido hacia
1615, casó con María Martínez en 1645 y tuvieron como descendientes a Miguel Rodrigo Martínez (nacido en 1647). Éste
se casó con Ángela Díaz- Heredia
García y tuvieron a Fabián Rodrigo Díaz (nacido en 1688) que se casó el 7 de junio de 1712
con Isabel Olalla Cañas García-Girón (nacida en 1689). En el catastro de la
Ensenada leemos el siguiente apunte referido al citado Fabián:
“Fabián Rodrigo mayor vecino de este lugar, de edad de 64 años, jornalero, de estado viudo con dos hijos, Francisco Rodrigo de 21 y Alfonso de 19, su ejercicio jornaleros y declaro lo siguiente: Una casa en la calle Cruz Verde con 20 varas de frente y las mismas de fondo, su habitación consiste en tres cuartos, cueva con tres tinajas las cuales le ocupan 46 arrobas, pozo y corral. Linde por Oeste con casa de Juan Caravaño, por Poniente con casa de Alfonso Buitrago y en arrendamiento hace al año 110 reales de vellón”.
Siguiendo con los sucesores de Fabián e Isabel Olalla tenemos:
Otra rama con origen en los
primeros años del siglo XVII, y que finalmente confluye con el árbol genealógico anterior
es:
De 1728,
vemos al vecino Urbano Rodrigo de 50 años, y de profesión carretero, que interviene como testigo en la causa que el
Tribunal del la Inquisición estaba siguiendo contra la tomellosera Isabel Martínez por curanderismo. En su declaración,
Urbano afirmó que “la reo venía las
mañanas a curar a Sebastiana Núñez de un tumor que
padecía, y sólo advirtió, cuando pasaba allí por curiosidad, que se retiraban a los desvanes”.
Unas décadas
después (1760) vemos, nuevamente, a otro portador del apellido Rodrigo como testigo de otra causa del tribunal
inquisitorial. Se trata de Diego Rodrigo que declaró en el pleito contra el cura de la localidad Don
Francisco Antonio Vara de Rey quien había hecho en la sacristía de la Iglesia de Nuestra Asunción de Tomelloso una declaración
indicando que “no era culpa el acto carnal de hombre y mujer,
teniendo el corazón en Dios”. Era una forma de quitar la culpa al
adulterio y por eso el sacerdote estuvo
investigado por proposición herética.
En otro tipo de sucesos, podemos
encontrar a los tomelloseros José Rodrigo que junto a su
hermano “el Miliciano”, fueron requeridos por la administración de Alcázar de
San Juan (el 22 de diciembre de 1788) por cortar de manera
ilegal “leña mataparda” en el término alcazareño.
Siguiendo con
en el Catastro del Marqués de Ensenada (a mediados del siglo XVIII) vemos una serie de propietarios tomelloseros
con el apellido Rodrigo: Vicente Rodrigo Peláez (con 8700 cepas), Pablo Rodrigo de Mena (con 7500
cepas), Francisco Rodrigo Hidalgo (con 12000 cepas), Isabel T. Rodrigo Peláez (con 6500 cepas), Roque Rodrigo de Mena
(con 3800 cepas) y el Presbítero Antonio Javier Rodrigo
de Mena (con 7500 cepas).
Además, algunos de estos propietarios también tenían viñas en el
vecino término de Campo de Criptana: Isabel T. Rodrigo Peláez (6300 cepas)
y Roque Rodrigo de Mena (2600 cepas).
Es curioso
encontrarnos con dos presbíteros con el apellido Rodrigo, el ya citado Antonio Javier Rodrigo de Mena y Juan Pablo
Rodrigo de Mena, posiblemente tío y sobrino. Ambos, además de su labor en
la dirección de la
parroquia tomellosera, gestionaban las diferentes capellanías creadas desde la fundación de la localidad.
En la calle Nueva estaba el domicilio de Alejandro Olmedo Rodrigo con una casa de 26 x 33 varas, con una utilidad de 150 reales,
que contaba con 4 habitaciones, cámaras, cueva…
Interesante es el estudio
minucioso que Don Lorenzo Sánchez
López hace en “Los cambios del paisaje en Tomelloso: estudio
de la geografía histórica de un territorio como estrategia
didáctica” sobre uno de los propietarios anteriormente citados según los
datos del Catastro del Marqués de Ensenada: Vicente
Rodrigo Peláez.
“Vicente figura en el Catastro como soltero labrador de 48 años de
edad y con casa principal en la calle Veracruz. Esta casa tiene 34 x 51 varas y consta
de tres cocinas,
cinco cuartos con sus
dormitorios, dos cuadras, dos pajares , patio, pozo, cámaras, bodega, jaraíz, cueva con 20 tinajas que caben 700 arrobas
de vino, tiene también la casa despensa y secaderos de lana, y su utilidad es de 350 reales solo superada por la
utilidad calculada para una de las casas
de Miguel de Carranza Tiene otras 4 viviendas de menor calidad que la primera,
todas cercanas a la primera, en Las
calles Socuéllarnos, Roque, otra junto a la ermita de la Veracruz y otra en la misma plaza con una utilidad de 100 reales (actual Posada de
Los Portales).
La descripción de la casa de la plaza es de una superficie de 23 x
19 varas, con tres cuartos con sus
dormitorios, cocina, portal, patio, pozo cuadra, pajar y cámaras; esta casa es
hoy uno de los símbolos o señas de identidad
de Tomelloso.
Pero la citada casa (Portada los Portales) es, en este tiempo del
catastro una casa más de labradores,
aún no tenía hechos los soportales que se le añaden después, era alquilada por
su dueño, pero no era una posada,
pues en ese tiempo la posada de Tomelloso es la recientemente hundida
posada del Rincón (junto
al Ayuntamiento).
Continuemos ahora con los recursos de Vicente Rodrigo Peláez, así
la utilidad de las casas de Vicente es en total de 664 reales.
La familia de Vicente y los criados está compuesta por una
hermana, Margarita de 37 años y un
tío materno Pedro de 80 años. Tiene 4 criadas (no se puede descifrar el nombre
de una de ellas) sus edades son de
14, 17, 22 y 26 años Los criados de labor son un mayoral José Cuevas (44 años), un ayudador, tres zagales y un morillero o sobrado; cuenta
para su ganadería ajena con un mayoral de ganado, un ayudador, un
zagal, dos sobrados y un ayudador de cabrío (no consta personal hortelano exclusivo). Total agricultor,
familia y criados son 19 personas.
Tiene junto a sus casas dos huertas con noria para hortalizas, una
de ocho celemines en la calle
Veracruz, y otra con noria y de 11 celemines en la calle Roque que linda a la
huerta de la Virgen del Rosario.
Dentro de la población tiene otras cuatro fanegas de tierra La tierra de que dispone y es de 1927 cuerdas o 1285
hectáreas La parcelación de sus propiedades es grande pues llega a tener 114 parcelas, la media por cuerda es de 17
cuerdas, no obstante cuenta con algunas
grandes parcelas en tierras de segunda calidad, como en el paraje de Pinilla
donde tiene una parcela de 160
cuerdas y otras dos parcelas de 180 y 144 cuerdas que se localizan en la Venta Vieja y en Los Corridos.
Además cuenta con una viña de 8 cuerdas y 9 celemines
con 8700 cepas que se encuentra en la Longueruela
A su cabaña ganadera de 1037 cabezas de menor, se le suman sus 73
cabezas de ganado mayor, la
presencia de tres yeguas de vientre y 16 muletos nos trasladan al
auto-abastecimiento del ganado de
labor (además tiene otras cabezas de ganado si tenemos en cuenta las que pastan fuera del
término).
Cuenta con una quintería en la Venta Vieja de 77 reales de
utilidad, que tiene cuarto, cocina, pajar,
cuadra y pozo, y comparte
la propiedad de otras dos con Carramza
y Galdrán en los
parajes de la Torrecilla y en Pinilla de no menor utilidad y por lo tanto de
igual calidad a la anterior.
Tiene realizados como prestatario, varios censos redimibles sobre
casas y sobre una viña que alcanzan
los 1.137 reales a un interés del 3%”
Como vemos
estamos ante un gran propietario de la sociedad tomellosera del siglo XVIII del que se dice que la única diferencia
que hay entre él y Don Miguel de Carranza (mayor propietario local) es la alcurnia
de este último por ser Caballero del Hábito de Santiago. Curiosamente, uno de los pajes del citado Miguel de Carranza
también portaba el apellido Rodrigo, se trata del joven Francisco Rodrigo.
En el plano
de 1750 que se conserva en el Archivo Histórico Municipal podemos encontrar distintos enclaves con Rodrigos como
protagonista: Las huertas de Antonio Rodrigo de Mena y la de Francisco Rodrigo Hidalgo, y las casas del Alcalde Roque Rodrigo de
Mena y la de Vicente Rodrigo Peláez (descrita anteriormente) y que corresponden a los números
10 y 6, respectivamente.
Del último
cuarto del siglo XVIII tenemos referencias de Diego Rodrigo, que era clavero (que custodiaba las llaves) del Pósito
Municipal y que tenía su domicilio en la actual calle de Galileo, que a mediados del siglo XVIII (1752) era conocido por
los vecinos como calle de Diego Rodrigo
y que era la “callejuela que sale de la
Plaza y va a la calle de Belén”.
Del año 1800
tenemos el nombramiento que el Rey Carlos IV hace de cargos eclesiásticos para dos tomelloseros, son Vicente y Juan
José Rodrigo de Mena. Vicente queda adscrito a una Canonjía en Toledo y Juan José que pasaría a VIllalvilla en la diócesis de Toledo.
En el cobro
del impuesto denominado el “cupo de
utensilios” de principios del siglo XIX (1803), correspondiente a la localidad de Alcázar
de San Juan vemos a algunos hacendados tomelloseros
con propiedad en esta localidad, objeto del tributo. Los tomelloseros afectados portadores del apellido Rodrigo (ya vistos
anteriormente) fueron: Roque Rodrigo (que tuvo que pagar 30 reales)
y Valentin Rodrigo
(que pagó 40 reales).
Siguiendo con
los comienzos del siglo XIX, nos encontramos a Doña Margarita Rodrigo de Villamayor y Pérez-Valiente, esposa de Don
Manuel Barnuevo y Arcayna, que fueron durante
hasta el último tercio del siglo XIX una de las fortunas más importantes
de Tomelloso. Se habían casado el 5 de diciembre
de 1828 en Tomelloso. Otra gran propietaria era la hermana de Margarita, Doña Concepción Rodrigo.
En el último
cuarto del siglo XIX (1877) nos encontramos con los siguiente tomelloseros, portadores del apellido Rodrigo, como
electores contribuyentes por su capacidad económica en la localidad como propietarios: Alfonso
Rodrigo (en calle Hidalgo), Alejandro Rodrigo Torres (calle Cruz Verde), Ciriaco Rodrigo Ortiz (calle
Toledillo), Enrique Barnuevo Rodrigo (calle Cruz Verde), Eugenio Serrano Rodrigo
(calle Roque), Eusebio
Rodrigo Rodrigo (calle Cervantes), Felipe Rodrigo (calle Socuéllamos), José Antonio Rodrigo
Torres (calle Toledillo), José González Rodrigo (calle Toledillo), Jacinto Rodrigo
de Manuel Martínez (calle Toledillo), Juan Ortiz Flor Rodrigo (calle Alcázar), Luís Barnuevo Rodrigo (calle Veracruz),
Rufino Cobo Rodrigo (calle Roque),
Ramón Rodrigo Corono (calle Cruz Verde) y Rufino Moreno Rodrigo (calle Campo). Además de estos propietarios tenemos a
Tomás Rebato Rodrigo (fabricante de aguardiente) o a los Presbíteros Félix Torres Rodrigo y Alejandro López Rodrigo.
Ya en el
siglo XX, nos encontramos con una noticia curiosa en el periódico “Don Quijote de la Mancha” de 11 de noviembre de 1903. Es lo sucedido en el
Sanatorio Velázquez de Daimiel, dirigido
por Don Gerónimo G. Velázquez quien tal y como se destacaba “lleva practicadas varias operaciones quirúrgicas de importancia con
éxito feliz”. En concreto se deja constancia de la “trepanación del cráneo y extracción de un voluminoso secuestro” realizada al niño de 2 años de
edad Ismael Rodrigo de Tomelloso. Pese a la edad del enfermo éste se encontraba “en estado perfectamente
satisfactorio”.
En 1911 un
hecho luctuoso tuvo como protagonista a Manuel Rodrigo, vaquero de la Plaza de Toros de la localidad, falleció un 22
de septiembre por la cornada que recibió de un toro de la divisa de
Traperos.
En 1935 fue editado
un plano sobre la localidad realizado por Ramón Rodrigo Rodrigo,
muy importante para conocer la realidad física
de Tomelloso en las primeras
décadas del siglo
XX.
De mediados
del siglo XX tenemos al “picaor” Antonio
Rodrigo Grande, alias “Mochirres”. Dos
de sus hijas, María Ángeles
y Ángela Rodrigo
Quiralte aparecen inmortalizadas en sus faenas como terreras en 1954. De Antonio
Rodrigo Grande, “constructor de cuevas y pozos”, tenemos un presupuesto de 1955 para hacer un pocillo para la recogida
de basuras en la plaza
del Barrio del Carmen. El importe de la obra ascendía
a 1500 pesetas.
De 1961
tenemos la concesión de un kiosco, en el Paseo de las Moreras, a nombre de Dolores
Rodrigo.
Ya cercanos a
nuestros tiempos, en 1968, como miembro de la Comisión Pro-construcción del nuevo coso taurino en Tomelloso
nos encontramos con Benito
Rodrigo.
Del
tomellosero Barrio de San José Obrero hacer mención a Narciso Rodrigo, alias el “Mueta”. Nombrado Hermano Mayor Honorífico y
Vitalicio por la Hermandad de San José Obrero
fue uno de los pioneros en la organización de los primeros festejos del
barrio en las últimas décadas del siglo XX.
Como vemos, a
lo largo de siglos son muchas las familias tomelloseras que han portado el apellido Rodrigo. Una de ellas, estuvo
emparentada con otra estirpe muy popular en la localidad, los Torres. Así los Torres Rodrigo eran muchos y durante décadas
estuvieron asentados en la
calle Doña Crisanta y alrededores. De las últimas décadas del siglo XX el
recuerdo de cómo preparaban la fiesta en honor a San Antón,
siendo populares los rosquillos y hojuelas que repartían
entre los vecinos. Eran conocidos por el mote de los “arrecíos” (heredado como hemos podido
ver desde hace siglos). La imagen de
San Antón y una cruz verde emblema de la Santa
Inquisición la podemos
contemplar aún hoy en la calle de Doña Crisanta
número 33. Anteriormente una imagen de San Antón se
encontraba en una hornacina en la misma calle en el número 47, en la fachada
de una casa propiedad de la familia.
El primer
miembro de esta saga familiar con domicilio en la calle Doña Crisanta sería Alejandro Benigno Torres Cepeda. La casa
pasaría posteriormente a Ángel Torres Villena que se casó con María Josefa Rodrigo Villena. Hijo de este matrimonio
fue José María Torres Rodrigo (junto
a sus hermanos Felipa, Daniel y Teodora), nacido el 8 de agosto de 1892.
Conocido en la familia como “el tío José María”, en su honor nos encontramos una calle en el barrio del
Pilar. Falleció en octubre
de 1975.
Otra familia
a destacar es la Rodrigo Villamayor. Una de sus descendientes fue Doña Carmen Barnuevo Sandoval, que a finales
del siglo XIX era la propietaria de la conocida “Casa Grande” de la calle
de la Veracruz. Alguno de los miembros de la familia Rodrigo Villaseñor portaron el título de Barones del Solar de
Espinosa. En Tomelloso tenemos a Juan José Rodrigo de Villamayor Peñacarrillo –nacido el 14 de abril de 1761-, hijo de Bartolomé Rodrigo
de Villaseñor y Ángela
Peñacarrillo Morales, promotora de la construcción de la Posada de los Portales. José Rodrigo se casó con María
Salomé Fernández de Luz Cantero, de la que nació María Concepción Rodrigo de Villaseñor Fernández de Luz, que fue
la primera esposa del que fuese presidente
del gobierno español Don Antonio Cánovas del Castillo. En segundas nupcias, José Rodrigo casó con María Josefa
Pérez-Valiente Antolínez de Castro (hija de los Condes de Casa Valiente), y de este matrimonio nacieron tres hijos: José, Tomás y Margarita.
De los
Rodrigo de Villamayor debemos decir que es oriunda de Cazorla y se debió
asentar en Tomelloso en el siglo
XVII, probablemente con el matrimonio de los abuelos de Bartolomé Rodrigo de Villamayor con una Lara
tomellosera. La mayoría de los varones de esta línea familiar fueron Caballeros de la Orden de Santiago. Una nieta de Margarita
Rodrigo de Villamayor, Carmen Barnuevo Sandoval, era religiosa de
las Hijas de la Caridad y donó su casa (la Casa Grande) para la creación del primer Colegio de la Milagrosa en
la calle Veracruz, en la actualidad demolido.
Y también eran miembros de esta familia, de la rama Aguilar-Amat, los que
donaron los terrenos en que se erigió la ermita de Pinilla.
Haciendo un
repaso por los diferentes personajes tomelloseros, con el apellido Rodrigo, que han
ejercido como alcaldes
de la localidad, nos
encontramos los siguientes:
—
Roque Rodrigo de Mena (nacido en 1792). Alcalde
pedáneo (por la dependencia tomellosera de Socuéllamos) a mediados del
siglo XVIII. Como ya hemos visto, uno de los
principales propietarios locales
del cual se conservan algunas
declaraciones sobre la producción local donde parece ser que
siempre informaba “a la baja” de los
bienes de los tomelloseros por el temor
al fisco.
Se
casó con Josefa de Losa Valentín y
tuvieron seis hijos (Ana Antonia, Ramona, Ángela María, Francisco, Roque y María Rodrigo de Mena Losa).
Actualmente en el callejero de la localidad
tenemos la Calle San Roque, aunque en su origen era denominada Calle Roque en honor a este alcalde. Es cambio se hizo
en octubre de 1987. Un hijo de este alcalde,
también llamado Roque Rodrigo de Mena aparece como Procurador Síndico
General del Ayuntamiento de Tomelloso
en 1766. Y unos años después (en 1792) era regidor de dicho ayuntamiento. Descendientes de Roque
Rodrigo de Mena tenemos a Lorenzo Lorenzo Rodrigo
de Mena que en las primeras décadas del siglo XIX contrajo matrimonio con Candelas Perales. Fueron padres de Gabina
(nacida en 1840), Tomasa (en 1843) y Juana (en 1850). Estas tres mujeres casaron,
respectivamente con Francisco
Román Díaz, Eugenio Ortiz y Jesús Román Carretero.
—Juan
José Rodrigo de Villamayor (posiblemente fuera nieto del anterior Roque Rodrigo) , que fue alcalde sólo durante cuatro días.
Del 17 de abril de 1811 al 21 de abril de 1811. En su honor en el callejero de la localidad hay una calle que
lleva su nombre, que tiene su entrada
por la calle del Campo y su salida
por calle Socuéllamos.
—Luis
Barnuevo Rodrigo de Villamayor (Caballero de la Orden de Santiago) que ejerció desde el 1 de marzo de 1877 al 1 de agosto
de 1877, y que falleciera durante su mandato.
Era hijo de Manuel Barnuevo
(natural de Murcia)
y Margarita Rodrigo
de Villamayor (hija del
ya citado anteriormente Juan José Rodrigo). Luís Barnuevo se casó con Ana
Teresa Franchi y tuvieron seis hijos: Margarita, Cecilia, Ana, Teresa, Magdalena, Ángel y Manuel.
De la
biografía de este alcalde tomellosero indicar que fue fundador y director del
periódico madrileño “Crónica de las Noticias”, fue Oficial
de Infantería en el ejército español. Cuando
falleció tenía su domicilio en la calle Veracruz número 3 de Tomelloso.
Posiblemente en su honor se puso
Calle San Luís a una de las vías tomelloseras en 1883. Esta calle que tiene su entrada por la calle
del Campo y su salida por calle Socuéllamos.
—Severo
Navarro Rodrigo que ejerció en dos ocasiones: del 13 de noviembre de 1902 al 5 de junio de 1903 y, por segunda vez, desde
el 20 de noviembre de 1909 al 27 de diciembre
de 1909. Nacido el 13 de enero de 1860, era hijo de José María y María
Josefa. Se casaría con Jacinta
Burillo. Falleció en enero de 1994 teniendo su domicilio en la calle de San Francisco
número 3. En su honor aparece una calle con su nombre en el callejero tomellosero, con entrada por la calle
Ángela Cepeda y salida a
la calle Guarnicioneros.
—Juan José
Navarro Rodrigo, hermano del anterior, también ejerció como alcalde en dos ocasiones: la primera desde el 27 de
septiembre de 1911 al 30 de noviembre de 1913 y, la segunda ocasión desde el 1 de enero de 1915 al 1 de enero de
1918. Nació en diciembre de 1858.
Casó con Lucía Giménez Lara. Falleció en noviembre de 1922 en la calle del Ave María. También hay una calle con su nombre
en Tomelloso, con entrada en la calle de Santos Burillo
y salida por la calle Guarnicioneros.
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Miércoles, 30 de Octubre del 2024
Viernes, 6 de Septiembre del 2024
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