Muchos sabréis que adoro el cine de acción. Me encanta de todo tipo, desde grandes pelis de tiroteos como los clásicos de Stallone o Schwarzenegger hasta el cine de artes marciales como son Bruce Lee y Jackie Chan, pasando por joyas como John Wick. Este año he presenciado una joyita más de este género y esa es Monkey Man.

Escrita, producida, dirigida y protagonizada por Dev Patel y con la ayuda de Jordan Peele, director de las famosas cintas Déjame Salir o Nosotros, esta producción nos traslada a la India donde conocemos a un joven de las calles dispuesto a vengarse de las grandes élites por cierto suceso ocurrido cuando sólo era un niño.

Cuando me enteré que Dev Patel iba a dirigir su primera película, en ningún momento pensaba que sería una película de acción y más siendo un actor de comedia y drama, recordemos que destacó en Slumdog Millionaire o en El Caballero Verde. La producción en sí fue un caos, empezando porque llegó el Covid y hubo un parón, se perdió una cámara y el actor usó su antiguo IPhone y muchas GoPro para rodar, perdió al equipo de stunts de John Wick y además en su primera escena de pelea se rompió la mano, le salió una esquirla en el ojo y se desgarró el hombro y súmale que oficialmente iba a estrenarse en Netflix pero fue gracias a Peele quien quiso que se estrenará en la pantalla grande. A mi parecer el sacrificio y esfuerzo de Patel y su equipo ha valido la pena.

Esta cinta, aparte de beber de clásicos como por ejemplo The Raid, las pelis de Bruce Lee o Jackie Chan y un poco de John Wick debido a su trama principal como es la venganza y además se le suma un detalle más: el folclore y cultura de la India. He aprendido cosas de este país sin tener que viajar directamente, desde sus deidades como por ejemplo Parvati y Shiva hasta Hanuman. También muestra como es vivir allí, un lugar lúgubre y con pobreza extrema, donde si naces como un despojo humano entonces no tienes ninguna posibilidad de ascender y ahí es donde entra este héroe, retando a las altas clases.

Sí, también hay momentazos de peleas, en especial su tercer y último acto donde se vuelve sangriento aunque para eso tienes que tragarte algún que otro momento pausado que por suerte no me ha sacado de la película. Las peleas son dinámicas y aunque haya mucho uso de Shaky Cam, algo que muchas cintas usan fatal como por ejemplo Madame Web, lo hace muy bien, aunque en ocasiones llega a marear, recordándome a la trilogía de Bourne o The Raid 2 con esas enormes peleas en cámara rápida, sumando también ocasiones cámara en primera persona como en Hardcore Henry para sentirte el protagonista. Hay hasta un montaje de entrenamiento a lo Van Damme cuando en su momento hizo Kickboxer o Contacto Sangriento y también momentos Bollywood como los planos de miradas, solo faltaba un número musical como buena película hindi.