El pasado mes de noviembre, la
comunidad científica quedó asombrada ante la afirmación, por parte de un grupo
de investigadores chinos, de haber creado los primeros bebés humanos editados
genéticamente. Estos investigadores, liderados por el genetista He Jiankui, aseguran
haber modificado los embriones de dos niñas mellizas para hacerlas resistentes
al virus del sida. Para ello se utilizó la técnica CRISPR, un revolucionario
sistema que permite editar el ADN con gran precisión.
Evidentemente, la noticia trajo
consigo mucha polémica, y fue también cuestionada por la forma en que se
publicó. En primer lugar, no apareció en una revista científica, sino que fue el
propio Jiankui quien lo explicó a través de un video. Por esto mismo, hay
algunas voces que creen incluso que puede tratarse de un fraude. Pero sin duda,
el debate ético de este procedimiento es el que más críticas ha despertado.
¿Nos dirigimos hacia la creación de seres humanos a la carta?
EN PRIMER LUGAR, ¿QUÉ ES CRISPR?
El origen de la tecnología CRISPR
está en un sistema defensivo que tienen algunas bacterias, y que les permite protegerse
de los virus que las infectan. Estos virus, para poder reproducirse, introducen
su ADN dentro de las bacterias, y las utilizan como una fábrica para producir nuevas
copias de sí mismos. El sistema CRISPR se encargará entonces de detectar la
presencia de este ADN extraño, que posteriormente será eliminado gracias a una
proteína llamada Cas9.
El descubridor de este mecanismo fue el científico español Francisco Mojica, profesor de microbiología en la Universidad de Alicante. Sin embargo, no fue él quien llegó a la conclusión de que CRISPR podría ser utilizado para modificar genes. En el año 2015, fueron las bioquímicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna las que desarrollaron su uso como como herramienta de edición genética. Descubrieron que con CRISPR se podían corregir defectos genéticos de manera más rápida y eficiente que con otros métodos anteriores.
UNA VERDADERA
REVOLUCIÓN BIOLÓGICA
El potencial de CRISPR parece
amplísimo. Gracias a esta técnica se está pudiendo estudiar y entender mejor
muchas enfermedades genéticas. Hablamos, por ejemplo, de dolencias como la
distrofia muscular de Deuchenne o varios tipos de cáncer. Se busca que en el
futuro pueda utilizarse en un gran número de tratamientos.
Sin embargo, con el reciente
experimento realizado en China se ha ido un escalón más lejos. No se ha
realizado una modificación con el objetivo de curar una enfermedad, sino que se
ha mejorado genéticamente a seres humanos. Aquí se entra en un terreno bastante
pantanoso, y donde aparecen términos como la “eugenesia”, o diseño de seres
humanos a la carta. ¿Hasta que punto es esto aceptable éticamente?
Por ahora, lo que sí es evidentemente
es que un paso de gigante, como el que He Jiankui asegura haber dado, no puede
llevarse a cabo de una manera tan clandestina. Debe existir previamente una regulación
y un control a nivel internacional. Además, varias voces expertas han destacado
que el experimento realizado por estos científicos chinos podría tener en el
futuro consecuencias negativas para las niñas, como el desarrollo de enfermedades
autoinmunes.
OPINIONES ADVERSAS
La ya mencionada científica francesa
Emmanuelle Charpentier, como una de las “madres” de CRISPR, ha sido preguntada en
diferentes medios sobre su opinión. Ella dejó claro que hoy en día la modificación
de embriones no debe realizarse. Además, señaló que existen otras alternativas.
Por ejemplo, en caso de que haya riesgo de desarrollar alguna enfermedad genética,
se pueden seleccionar los embriones sanos antes de implantarlos en el útero de
la madre.
Por todas estas razones, parece
bastante claro que, por ahora, debemos ser muy cuidadosos y responsables con
estas cuestiones. CRISPR es aún una técnica muy joven y a la que le queda mucho
camino por recorrer. Los avances en el campo de la biotecnología deben realizarse
de manera consensuada, y siempre bajo regulaciones y controles bien definidos.
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Sábado, 7 de Enero del 2023
Sábado, 21 de Diciembre del 2024
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